BODA

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Las dos almas que se unirian esta fría tarde se miraron, el pequeño miró al monstruo frente a él y el mayor miro a su prometido bajo él.

_Sean bienvenidos todos a esta ceremonia de unión_
El sacerdote se posiciono frente a la pareja y siguió.
_Si todos estamos de acuerdo comencemos la unión entre Ryōmen Sukuna y Itadori Yuuji.
Esta boda representa el inicio de la paz en el mundo, tal como se prometió el niño aquí presente será entregado para garantizar el fin de la era de las maldiciones.
Los bendigo por la eternidad, que estén llenos de luz, cariño y amor; unilateralmente las dos partes han estar de acuerdo para proseguir_
Yuuji y Sukuna asintieron al mismo tiempo, estaban ya hincados en los reclinatarios frente a ellos.

_Por favor pónganse las argollas_
Dijo el sacerdote, Sukuna dejo salir una llama de su mano que rápidamente se disipó, en esta estaban las argollas, volteó su torso hacia el pequeño Yuuji y este hizo lo mismo tomando la argolla de la mano de Sukuna.

Sukuna tomo la pequeña mano del Yuuji y puso el anillo en su dedo anular de la mano izquierda.
_Recibe este anillo como muestra de mi amor y fidelidad, Itadori Yuuji_

Itadori tomo la mano superior izquierdae y también colocó el anillo dónde debía.
_Recibe este anillo como muestra de mi amor y fidelidad, Ryōmen Sukuna_

"Ninguno de ellos sentía alguna pisca de amor, era una unión blasfema que se hacía en nombre de la paz"

La familia Itadori se encontraba decaída, aun pensaban en ek porqué de tener que ser ellos quienes dieran en devoción e sacrificio a su probablemente único hijo en sus vidas.

_Es hora de decir los votos matrimoniales, pónganse de pie_
El único que obedeció como fue de esperar ante el tono de orden fue Yuuji, Sukuna solo se giro hacia el pequeño pues de pie era 4 veces más alto.

El pequeño saco una hoja de su kimono, la abrió y comenzó a leerla, ciertamente su rezo no sería muy largo, eran palabras de un niño.
_Prometo adorarte, amarte, venerarte el resto de mi vida, prometo cumplir con cada orden objetada y nunca nunca traicionarte_

_Que lindas palabras niño~_
Dijo sarcástico.
_Es hora de los míos jajaja_
De la boca en su estómago saco una cuerda que llevaba en ella 20 dedos momificados, Yuuji ciertamente al ver eso tembló y trato de retroceder por instinto.
_No tengas miedo..._
Sukuna tomo a Yuuji y lo atrajo así mismo hasta tenerlo pegado, tomo su rostro y apretó sus mejillas para que abriera la boca, el pequeño puso en su rostro una expresión de horror, lagrimas salieron cuando el mayor acercó uno de los dedos a su boca.

_NOOO! NO QUIERO! POR FAVOR!_
Grito misericordioso, trató de safarse pero como saben ningún esfuerzo sería suficiente. Sukuna hizo que Yuuji tragará los 20 dedos diciendo unas palabras durante esto.

_Por el dedo uno, te consedo mi protección_
Cada oración Sukuna hacia a Yuuji tragar uno de sus dedos, este gritaba y lloraba.
_Por el dedo dos, mis palabras obedecerás.
Por el dedo tres, aceptas tu destino.
Por el dedo cuatro, nunca te separaras de mi.
Por el dedo cinco, verás todo a la perfección._

_No- no más..._
Miro primera vez los ojos de aquel monstruo frente a él y quedo petrificado no volvió a decir palabra o tratar de safarse.

_Por el dedo seis, podrás usar mi fuerza.
Por el dedo siete, vivirás por la eternidad.
Por el dedo ocho, soportaras viento, mar y tierra.
Por el dedo nueve, podrás llevar a mi cría en ti.
Por el dedo diez, serás tu el portador de la paz._
Las personas a su alrededor observaban el acto tan cruel que pasaba el niño, pues ya ni siquiera se movía.

_Por el dedo once, obtienes mi respeto.
Por el dedo doce, prometo no traicionarte.
Por el dedo trece, cuidaré de ti por siempre.
Por el dedo catorce, acepto unirme a ti.
Por el dedo quince, te alimentare hasta que estés satisfecho.
Por el dedo dieciséis, reinarás a mi lado.
Por el dedo diecisiete, te seré leal.
Por el dedo dieciocho, te cedo inteligencia.
Por el dedo diecinueve, te doy mis riquezas._
En el cuerpo de Yuuji comenzaron a parecer marcas negras por todo su cuerpo y el kimono que era blanco se volvió negro.
_¡Por el dedo veinte, te vuelves mío y solo mío!_

El cuerpo del pequeño Yuuji empezó a convulsionar, las marcas bajo sus ojos que tuvo desde el día en que nació se abrieron y mostraron que eran unos ojos, Sukuna lo sostuvo de manera suave pero fuerte, la marcas negras brillaron en un rojo intenso, lagrimas cayeron de los 4 ojos del pequeño y así fue por 1 minuto entero hasta que el cuerpo cansado volvió a desvanecerse.
_Estarás bien~_
Yuuji dio un ligero parecido a la maldición cuando este pasaba por los efectos de los dedos malditos.

Sukuna le acaricio el rostro. Los padres de Yuuji habían quedado horrorizados ante tal escena, habían dado a su hijo en tributo.
_¿Qué fue lo que hicimos Kaori?_
Un tono arrepentido salió de la boca del señor Jin, verdaderamente aquel escenario resultaba impactante para los presentes, no había estado bien entregar a un humano al destructor de vida pero eso era mejor que perder muchos más.

El sacerdote frente a ellos se había quedado anodadado por lo que Sukuna lo saco de su mente.
_Prosiga!!_
Hablo en tono fuerte y chasqueo los dedos, el sacerdote reaccionó y prosiguió.

_Ahora una oración por el matrimonio para proseguir con la comunión.
Haz de bendecir este matrimonio en Tú Nombre mi señor. Así como Isaac y Rebeca vivieron fielmente juntos, así también Tú les haz de dar la gracia de honrar sus votos. Mantenlos siempre juntos en amor y paz perfecta, viviendo de acuerdo a Tus mandamientos._
Preparo el cáliz con vino e las ostias, Sukuna ayuda a Yuuji a recibir la suya y el solo abrió la boca en una sonrisa.
_Que esta unión sea el fin de todo, vivamos armoniosos y felices, diría que beses a la novia pero-_

La maldición al escuchar esas palabras no espero ni un momento más y tomo los labios del menor en los suyos, al separarse se puso de pie con el menor cargado en brazos.
_Se arrepentirán de esta estupidez, bastardos egoístas JAJAJAJA!!_
Segundo después desaparece a su dimensión territorial.

¿Qué había sido lo peor de todo?
Los pequeños amigos de Yuuji observaron cada momento que su pequeño amigo había sufrido, Noabara se recargo en Megumi y solo soltó una lagrima.

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Hola! Espero hayas disfrutado la lectura y me sigas acompañado en esta historia, si tienes algún comentario u opinión no dudes en dejarlo, gracias por leer.

Por cierto, lamento haberles dado una boda cristiana, no conozco como son las ceremonias japonesas tradicionales.
Gracias por leer.

𝐌𝐈 𝐏𝐄𝐎𝐍𝐈𝐀 [𝑆𝑢𝑘𝑢𝐼𝑡𝑎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora