HUNDIDO

340 40 2
                                    

Para distraer mi mente de la discusión comencé a preparar la cena, cocinaria algo elegante y suave.
Y es cierto, cuando te concentras en algo, no hay forma de que los malos pensamientos ataquen tu mente, sin darme cuenta la tarde se había ido.
Preparé el comedor, prendí velas, posicione los cubiertos, abrí una botella de vino que puse junto al lado de 2 copas. Antes de llamarlo a cenar me puse cómodo, con un yukata fresco y ligero, desmaquille mi rostro y quede limpio, entonces si, llego la hora de la cena. Lo busque en la biblioteca dónde normalmente estaría, pero no lo encontré, pase a buscarlo habitación por habitación pero no estaba, hasta que pensé en buscarlo en el jardín, y sí, ahí se encontraba sentado bajo la luz de una falsa luna.
_La cena está lista_
Avise sereno. El volteó a verme igualmente tranquilo.

_Muy bien, esta vez si me apetece comer _
Se giro completamente y comenzó a caminar hacía mi, hice lo mismo y me dirigí al comedor sin verlo más, llegue, deje abierta la sala y tome asiento primero. El llego tras de mi y cerro la habitación, tomo asiento y se colocó la servilleta. Le serví la cena y me serví luego, el tomo la botella de vino y sirvió las copas, el probo el vino antes que la comida, lo que con sinceridad me molesto, solté una bocanada de aire, empecé a comer, de nuevo totalmente en silencio, pero él no querría eso de otra vez; mientras hacía una cata del vino me preguntó.
_¿Ya no me respetas?_

Ni siquiera levante la mirada de mi plato para responder.
_El miedo no es respetó_

_Y ahora, ya no tienes miedo?_

_¿Por qué habría de tenerle miedo ahora? ¿Va hacerme algo?, porque si es así siempre ha sido libre de hacer conmigo lo que guste y lo sabe_

_No soy... no somos libres de hacer lo que nos plazca, cuando nos casamos hicimos acuerdos, uno por cada dedo de mi mano, eso es lo que me a mantenido tranquilo_

_Y que yo sea un tonto también, pero no voy aceptar esta realidad y que le quede claro, ya no quiero esto!_

Levante un poco la voz al final de mi comentario.
La copa en su mano se quebró y todo el vino se deslizo por su brazo, lo vi cerrar los ojos y suspirar.

_Y ¡¡¿QUÉ ES LO QUE QUIERES ENTONCES?!!_

Nunca me había levantado tanto la voz lo que me asustó pero aun así respondí.

_¡Es que no entiende que no lo quiero!, que no quiero estar más en este horrible lugar?_

_¡No sabes las tonterías que hablas! No conoces ni siquiera el mundo dónde naciste y recuerda que soy tú señor, Itadori_

_Precisamente "mi señor" nosé nada porque no me permitió  conocerlo, encerrado aquí con un idiota como usted! Que ya me tiene cansado, dónde vivo estresado por siempre estar haciendo todo bien para poder estar en tranquilidad, sirviendo como un asqueroso mono!!_

Del coraje que sentía no pude evitar derramar lágrimas.

_¡¡Mocoso insolente!!_
Se levantó de su silla y me abofeteo tan fuerte que caí de mi silla.
_No tienes ningún derecho de hablarme de esa forma, a mí quien te a educado, te he dado de comer y te a respetado como si de mi otro yo se tratase_

Me sobe la mejilla y aun mirando al suelo le respondí.
_Prefiero morir antes que darle valor a esta estúpida realidad_

Y la cadena que me unía a él apareció en el espectro físico, pesaba tanto que al momento de aparecer un cráter se formo, mi cabeza cayó al suelo pues mi cuello tampoco aguanto. Él dio unos paso frente a mi y solo alce la mirada.

_Si es así entonces conoce tu verdadera realidad niño_

Jamas olvidaría esa mirada, como si de un pedazo de basura se tratase, me miro.

El espacio físico se quebranto y la oscuridad guinda relusio, los cadáveres formaban una interminable montaña, pero el aun más grande se divisaba fácil en la sima. Estaba hundido en este pozo, atado a él, reteniendonos mutuamente por siempre.

Mi corazón estaba quebrado, no hubo nada que pudiera sostenerlo y se cayó junto con la realidad.
Me sentía sólo, inválido, incapaz, sucio, abandonado, podrido pero el tiempo probablemente pasaría rápido o no, no sabía, mi mente estaba llena de cuestiones, de miedo, de dolor, temblaba y lagrimeaba.

_____________/\_____________

Furia desbordaba, como podía ser capaz, ¿qué poder tenía que me retenía?. -Te debes sentir tan pequeño niño pero, puedes hacerme esto- Mi corazón quebrantado igual que el de él. Pero no eramos el mismo tipo de corazón y menos el mismo sentimiento o sentido en nuestra vida. Servimos para 2 razones distintas.
Ahora estaba de nuevo sobre mi trono, pare el sangrado que había dejado seguir por la copa rota en mi mano, nunca había dejado a propósito una herida sin regenerar tanto tiempo.

=========================
Días y días pasaban, no había ningún sonido, no había señales que mostraran intención de vida.

Una flor marchitandose y una piedra inquebrantable, tan alejados, sin saber el uno del otro porque no eran iguales sus realidades. Yuuji a pesar de haberse convertido en experto en jujutsu seguía sin ser capaz de enfrentar a Sukuna pues ejercía tal temor en él que simplemente no podía y Sukuna que no podía ser delicado porque en su naturaleza nunca había sido necesario serlo. Tal vez algún día podrían digerir la situación y por fin llegar a un acuerdo se paz entre ellos.

_____________♡_____________

Capítulo cortito pero intenso.
Quiero agradecer a todas las personas que se han tomado el tiempo de leerlo, de comentar y de dar me gusta, es un gran placer para mi saber que es de su agrado esta historia y espero siga siendola.
Espero hayas disfrutado esta lectura y me sigas acompañado en los siguientes capítulos. Gracias 👐

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 15 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝐌𝐈 𝐏𝐄𝐎𝐍𝐈𝐀 [𝑆𝑢𝑘𝑢𝐼𝑡𝑎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora