Estabas tumbada en el sofá, con pantalones cortos y una de las sudaderas de Yuji. Veías la película tranquilamente mientras él añadía caramelo a las palomitas. Volvió y puso el bol sobre la mesa antes de tumbarse sobre tus piernas, rodeándote con los brazos con una sonrisa y escondiendo suavemente la nariz contra tu muslo. Soltaste una risita mientras le acariciabas el pelo.
"¿Has visto eso? El malo en realidad es su padre... es una locura..."
"(T/N)?"
"¿Sí?"
Él no respondió. Luego bajaste la mirada y pusiste tus ojos en él, sorprendida. Sus mejillas estaban sonrojadas mientras yacía escondido contra tu tierna piel. Lo besó antes de hablar en voz baja.
"Lo pensé mucho. No quiero forzarte o hacerte sentir oprimido o abusado, ¿de acuerdo? Pero solo quería decirte que estaba dispuesto a... hacerlo contigo si querías...
"Hacer que?-preguntas falsamente inocentemente
Parpadeó y se sonrojó, sin verse a sí mismo explicando todo. Pero empezaste a reír suavemente mientras lo atraías hacia ti. Besaste tiernamente sus labios antes de sonrojarte suavemente.
"Yo también... te quiero... ahora mismo pero... no sé cómo hacerlo... si no te gusta mi cuerpo-
"Tu cuerpo es lo más hermoso que hay, te cortó. Y no te preocupes... Yo tampoco sé nada al respecto... ¿Lo aprendemos juntos?"
Te sonrojaste suavemente pero asentiste enérgicamente antes de abrir suavemente las piernas, lo que le hizo enrojecer.
Te quitó suavemente la ropa y una vez desnuda, te observó con cariño, depositando una lluvia de besos hasta llegar a tus partes íntimas. Comenzó a besarla suavemente mientras todo tu cuerpo se estremecía.
El chico a su vez se desnudó y siguió saboreando los placeres de la lujuria mientras besaba amorosamente tu florecita. Se estimuló con calma para crecer más y se puso un condón que guardaba en reserva en su cajón.
Se acercó suavemente a tu entrada y pidió tu consentimiento, que le diste con una mirada. Te cogió las manos con ternura y se colocó encima de ti antes de penetrar suavemente tu cuerpo. Soltaste un chillido de dolor que le preocupó, pero le tranquilizaste besándole.
Esperaste a que te acostumbraras a su sexo antes de empezar a moverse hacia delante y hacia atrás muy suavemente, lleno de ternura. Lo tomó como un chef y no tardaste en sentirte embriagada.
Él se corrió primero, pero siguió moviéndose dentro de ti hasta que te uniste a él. Entonces se desplomó suavemente sobre ti y se retiró, acariciándote las caderas y la piel, con la cara contra tu cuello. Estabas agotada, pero feliz.
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♡︎𝗠𝗘𝗚𝗨𝗠𝗜 𝗙𝗨𝗦𝗛𝗜𝗚𝗨𝗥𝗢♡︎
El wifi no funcionaba y no sabías dónde había puesto Megumi el código. Así que entraste rápidamente en su habitación, con los ojos pegados al móvil.
