Cap 004; Tu apodo

108 13 27
                                    

Al igual que las demás cosas, la comida de la cafetería había cambiado. Siempre servían lo mismo, pan duro con leche y si te daban al menos una galleta, estabas con suerte. Ese día habían servido panqueques de formas de animales con miel y leche. Se notaba que no querían dar una mala impresión ante esas niñas ricas.

Mono se sentía un poco incómodo por ese gran cambio, ya se había acostumbrado a toda esa horrenda comida y había olvidado la idea de que en algún momento lo que comía iba a cambiar. Por otro lado, Seven estaba completamente feliz, él solía "regalar" la asquerosa comida que servían y antes de ir a la escuela, se compraba un pan de un vendedor de la esquina.

Verónica, extrañamente se había llevado su mochila a la cafetería, creía que eso era normal, además pensaba que si necesitaba algo, solo tenía que buscarlo ahí mismo y no regresar al salón.

Pero no solo la comida cambio, también la cocinera. Antes, siempre estaba con una actitud negativa y con cara de "ya me quiero ir de este horrendo lugar", dando a entender que no soportaba preparar muchos platos de comida a millones de niños. Además que no le importaba si algún estudiante se enfermara por comer ese pan y leche, tal vez vencida, solo pensaba en irse lo más pronto posible.

Mono y Seven se dieron cuenta de el cambio de actitud, se podía ver en la cara de los estudiantes que recogían su comida la incomodidad ante la "nueva cocinera". Esa mujer ahora estaba completamente sonriente, les decía a los menores: "Querido", "mi niño", "tesoro". En resumen, cualquier apodo cursi que se le ocurría en ese momento.

Los estudiantes ya no sabían si ese cambio en todos los docentes y trabajadores del lugar era bueno o no, antes daban miedo, pero ahora una incomodidad y hasta verlos sonreír era como ver una película de terror.

- La cocinera se ve que es buena persona - dijo Verónica, quien no se separó de Mono y Seven en ningún momento.

- ¡Claro! - exclamó sarcástico Mono.

- Verás, Verónica... - dijo Seven con un tono amigable - Las personas que ves aquí, nunca fueron así, nos trataban mal y siempre nos querían pegar; pero como tú y tu hermana llegaron, tienen que cambiar sus actitudes si no quieren que el lugar tenga una demanda por violar los derechos de los niños.

Verónica había escuchado cuidadosamente cada palabra que había dicho el pelinegro, no era nuevo para ella. Las personas siempre cambiaban de actitud si alguien famoso los visita, ya que si los demandan, nadie les va a creer por no tener los recursos necesarios. Además, todo lo que diga el millonario, se debe respetar, aunque sea mentira.

- Si, entiendo - dijo la chica.

- ¿Vamos por la comida? - preguntó Mono.

- ¡Obvio! - exclamó Seven entusiasmado - ¡Me muero por probar esos panqueques!

Verónica rio un poco ante el comentario, pero luego su sonrisa se borró al pensar que tan mal les habían tratado que nunca les habían dado de comer algo tan delicioso como los panqueques.

- ¿Vienes, Verónica? - preguntó Mono.

- Claro... - respondió la chica mostrando una sonrisa falsa.

Los tres chicos se acercaron al mostrador, cada uno agarró una bandeja y esperaron en la fila mientras hablaban de diferentes temas: La escuela, lo que harían después de clases, como era la vida de una rica, etc.

- ¡Oh! ¡Miren, ya llegó la pequeña Pretender! - exclamó la cocinera con una sonrisa forzada en los labios.

Verónica volteó su cabeza hacía la puerta de entrada a la cafetería, ahí estaba, su pequeña hermana acompañada de unos chicos, los cuales de seguro eran sus "guardaespaldas". La niña de cabello blanco saludaba a todos como si fuera la reina de Inglaterra, mientras que los niños que la acompañaban iban demasiado serios, se notaba que solo usaban a Pretender a su conveniencia.

Little Nightmares School AU // Akari_SoldierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora