Al día siguiente, fue la misma rutina; Levantarse, vestirse, ir a comer y salir. La diferencia era que Mono tenía que ir a la escuela en lugar de ir en casa en casa repartiendo paquetes y cartas.
Al joven no le gustaba mucho ir al colegio, no porque habían tareas, las clases eran aburridas, muchas exposiciones, etc. Lo que pasaba era que la mayoría de profesores eran puros animales salvajes con los niños y la que le enseñaba a Mono era la peor de todos. Si hubiera un premio al peor profesor de la historia, ella lo ganaría sin ninguna duda.
Pero no se podía hacer otra cosa, todo el tiempo no solo podía salir a trabajar, en el orfanato-escuela era obligatorio ir a las clases, aunque tenías problemas o simplemente deberes fuera del edificio.
- ¡Mono! - exclamó Seven acercándose corriendo al nombrado y sacándolo de sus pensamientos.
- Oh, hola Seven - dijo Mono con un tono de tranquilidad.
- Oye, ¿sabes lo que dicen?
El joven con la bolsa de papel se quedó un poco pensativo ante el comentario de su amigo, Seven no solía decir: "¿Escuchaste lo que dicen? ¿Te cuento lo que me contaron?". El pelinegro no era un "chismoso", ni siquiera se preocupaba de lo que decían los demás, solo se mantenía en su zona de confort sin saber lo que hacen los niños.
- No... - dijo Mono.
- Pues verás - dijo Seven con un tono de alegría -, lo que me dijeron fue que la segunda familia más rica de todo el mundo se trasladó para acá, junto con sus dos hijas. Y ellas van a estudiar en esta escuela.
- ¿Quién te comentó eso? - dijo el chico con la bolsa de papel algo dudoso de lo que dijo su amigo.
- No importa quien me lo dijo, solo importa que si esas niñas estudian acá, la dueña no nos puede pegar ni lastimar, ya que eso dañaría demasiado la imagen y de seguro los padres de esas chicas la demandarían.
Mono se quedó muy impresionado ante el comentario, pero también creía que no era verdad que una familia rica se trasladaría a una ciudad con tantos rumores malos que podría dañar permanentemente la imagen de ellos. Y eso es todo lo que los famoso quieren evitar a toda costa.
- Podría ser... - dijo el chico con la bolsa de papel.
Seven estaba muy sonriente, de seguro se estaba creyendo toda esa historia, por eso, Mono no quería arruinarle el día, pero sentía que si no lo hacía rápido iba a terminar peor.
- Seven... - dijo el chico - Déjame decirte que no siempre lo que oigas sea verdad - esas palabras le quitaban poco a poco la sonrisa del pelinegro -, dudo mucho que una familia rica venga para acá, no parece que haya alguna razón lógica para eso. Solo se necesitaría de un milagro para que sucediera... perdón si est-.
- No, no... entiendo - dijo Seven sintiéndose como un estúpido por creer algo tan maravilloso.
Mono se sentía muy mal, había roto las ideas de su mejor amigo, pero ya no podía evitar decir esas palabras, lo hecho, hecho esta y no se puede retroceder en el tiempo.
Ambos chicos ingresaron al edificio de la escuela, ellos siempre eran muy puntuales al igual que otros niños. Muchos jóvenes corrían de un lado al otro jugando, otros solo conversaban. Los momentos antes de escuchar esa horrible campana indicando el comienzo de clases, eran hermosos, ahí no habían adultos, pero aún así, los menores no se tenía que pasar de la raya.
- ¡HAGAN TODOS UNA FILA! - se escuchó el grito de una voz horrible - ¡PEGADOS A LA PARED!
No había necesidad alguna de decir de quien se trataba, la dueña estaba ahí, arruinando el tranquilo momento de los menores.
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Little Nightmares School AU // Akari_Soldier
DobrodružnéEn la única escuela de toda la ciudad, cientos de alumnos estudian. Pero con la llegada de dos chicas, las visiones de algunos estudiantes cambian y sienten que puede haber más cosas más halla de ese "horizonte". Por favor no se copien. Créditos a...