Vió llegar a Yeonjun corriendo con dos cajas enormes de pizza y chocolates caros en las manos. Su sonrisa no lo contagió esta vez, sus ojos no lo tranquilizaron y su presencia no mejoró el dolor de su pecho.
No sería grosero con él, pero tenía ganas de volver a cubrir con las sábanas su cabeza, dormir y olvidarse del mundo.
No le importaba cómo se veía, no le importaba la opinión que tendría la gente que iba a verlo y mucho menos le importaba poner una expresión que no correspondía con su estado de ánimo.
—¿Sabes qué? Conseguí una enorme promoción. —Yeonjun dejó la pizza y los chocolates sobre el sofá mini de Sunghoon en donde todos se habían sentado, lanzó su mochila por alguna parte del suelo y saltó sobre su cama. —Dios, no creí que iba a volver tan rápido cuando mamá me dijo que estabas aquí, quería visitarte en el hospital pero me dijeron que no podía porque…
Y se calló repentinamente.
Beomgyu encontró su mirada avergonzada y no tuvo ninguna reacción. Él sabía perfectamente bien lo que Yeonjun quería decir.
—Sí, porque estoy siendo una mierda con todos, porque son tan hipócritas… esto es como la vez que mi padre murió, todos estuvieron allí para recriminar mi actitud, pero nadie estuvo cuando estaba cayéndome por él, con excepción de tí y tus padres.
—Gyu…
—No lo digas. —Exigió. Si tono de voz era tan plano que no le sorprendió ver los labios de Yeonjun en una línea. —No lo sientes. Nadie lo siente. Han estado trayendo regalos como si fueran jodidos pretendientes, como si los necesitara, como si las putas flores y los detalles de amor fueran a devolverme lo que se fue. Como si alguna vez fuera a llenarme el corazón con plantas y mierdas para adornarme.
Yeonjun probablemente estaba resistiendo para no corregirlo con su frase: "son accesorios, no adornos", pero Beomgyu no encontró que pareciera a punto de estallar por burlarse de él.
Suspiró ruidosamente y su cabeza se apoyó contra el respaldo de la cama.
—El papá de Kai canceló un par de presentaciones. Todavía estamos incompletos y sin mí eso va a estar aún más vacío. Dijo que conseguirá a alguien mientras tanto, alguien de siempre y que pueda llenar mi lugar o el de los otros cuando alguno no esté.
—Creí que iban a comenzar a grabar la siguiente semana su primer álbum original.
—Sí… —Murmuró con una exhalación. —Eso íbamos a hacer, pero no puedo estar ahí.
—¿Todavía está algo mal? Mamá dijo que te habían dado el alta porque no habías recibido ningún impacto que dejara daños… dijo que tuviste suerte.
Una risa sin humor escapó de sus labios y sus ojos lo miraron hacia abajo.
Yeonjun era su amigo y no iba a ser un idiota con él, no podía ser un completo idiota con nadie que quisiera tanto.
—No estoy dispuesto, Yeonjun. Puedo parecer físicamente bien, pero por dentro… no puedo no quebrarme ahí con el material en el que estuvimos trabajando. Minho fue parte de eso, él hizo demasiado por ayudarnos. —Cuando volvió a erguirse para ver a Yeonjun directamente, una mueca de disgusto se formó en sus labios. —Y no tuve suerte. Minho me cubrió, la gente es tan estúpida en estos días que no le da el crédito de la vida de una persona a otra persona si no hay una imágen perfecta. Si él hubiese vestido trajes o suéteres de algodón siempre y me llevara en un coche lo verían de otra forma. Y no lo digo por tu madre. Escuché a los médicos.
Yeonjun se recostó sobre la cama, mirándolo de costado mientras palmeaba el colchón para que Beomgyu imitara su posición. Lo hizo y se miraron por largos segundos.
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Youngblood.
FanfictionYeonjun creía que tenía seguro a Beomgyu cada vez que le escuchaba decírle te amo. Él estaba olvidando tanto mirar a Beomgyu mientras se divertía, que cuando se decidió a dedicar una mirada y una sonrisa al lugar donde Beomgyu lo esperaba, algo habí...