Tú serás mi Emperatriz

3/3 | Baile primaveral: La pareja perfecta

Aquel día había llegado, el baile primaveral se estaría celebrando en la gran ciudad del Imperio. Earline estaba al tanto de eso; por la misma razón, se encontraba eligiendo un vestido en una de las mejores tiendas del condado.

Su mejor amiga, Lady Amery, estaba acompañándola en esta ocasión. Quién también buscaba un par de zapatos nuevos para su armario.

—Earline, ¿Qué color o forma buscamos en específico? — preguntó su amiga, pensando en la gran cantidad de prendas que la condesa había visto, y aún no se decidía por uno.

—No lo sé...

Ella soltó un suspiro de cansancio. Tenían más de dos horas en busca del vestido perfecto. Se había probado casi todas las variedades, y ninguno le pareció adecuado.

Y justo detrás de ellas, un caballero con un sombrero enorme que le tapaba casi todo el rostro, fingía elegir algunas prendas mientras observaba al par de jóvenes en la distancia. Pero ninguna se percató de aquello, y continuaron con sus compras.

—Mejor volvamos a casa. — anunció la condesa, con el ánimo por los suelos.

—¿Sin tu vestido? — Lady Evangeline le preguntó de inmediato. Earline reflexionó por un momento.

—Tal vez elija alguno de mi armario — anunció

—Earline... No...

—No te preocupes, encontraré otra opción. — dijo, mostrándole una sonrisa tranquilizadora a su mejor amiga. —Vuelve a casa.

Ambas se despidieron y subieron a sus respectivos carruajes para volver a sus hogares. Al cabo de unos minutos, Earline había llegado a su casa, y fue de inmediato a su dormitorio, estaba frustrada por no haber encontrado lo que buscaba.

Al entrar a su dormitorio, encontró una enorme caja sobre la cama. Ella se encontró extraña, no esperaba nada de su correspondencia está semana.

Se acercó despacio hasta la misma, y se encontró de inmediato con un sobre blanco con el sello imperial.

¡¿El sello imperial?!

Earline casi da un brinco. Abrió el sobre tirándolo a un lado, y leyó el contenido de la carta.

"Querida Earline, espero que te encuentres bien. Te envío este presente con mucho cariño, espero que sea de tu agrado. Úsalo en el baile primaveral."

Cuando culminó de leer el contenido, no esperó más tiempo y abrió la caja de inmediato. Encontrándose con un hermoso vestido blanco con detalles dorados.

—¡Es hermoso! Y es... Perfecto.

[...]

Pasadas algunas horas, Earline estaba de camino hacia el lugar de la celebración.

Su cabello rubio estaba suelto con rizos preciosos en sus puntas, sus mejillas se encontraban teñidas de rojo de forma tan natural, y sus labios del mismo color en un tono más suave.

Estaba sencillamente hermosa, como siempre... Y como último detalle, más no menos importante, aquella gargantilla adornaba su cuello de forma elegante y lujosa.

La misma gargantilla que llamó todas las miradas en cuanto Earline hizo acto de presencia en el salón del baile.

El salón era muy grande, la ambientación del paraje era perfecto, y todo iba a la par con la temporada.

Ella continuó adentrándose más en el salón, viendo los invitados y reposando a cada uno por unos segundos. Mientras mostrada aquella actitud altiva que la caracterizaba. Su gran vestido blanco llamó la atención de todos, el color dorado le asentaba muy bien.