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Tú y Pavitr habían estado saliendo durante algunos meses. Estando sentados uno al lado del otro, era natural que ustedes dos se hicieran algo cercanos durante el año escolar. Definitivamente fue inesperado ya que nunca se hubiera imaginado entablar una relación, teniendo que equilibrar ser el Spiderman de Mumbattan con su vida habitual. Sin embargo, eras una normalidad muy necesaria en su vida, siempre tranquilizándolo y manteniéndolo con los pies en la tierra.
A Pavitr le encantaba hablar de ti, divagando constantemente sobre cómo pensaba que eras increíble. Y cuánto amaba pasar cada momento de su vigilia contigo tanto como sea posible. Ciertamente se corrió la voz gracias a él, y ahora debía enfrentar la etapa final de su relación a largo plazo. La aprobación de su tía. Pavitr estaba nervioso, por decir lo menos.
Era una mujer amable pero severa. Y ella solo quería lo mejor para Pavitr. Pavitr no tenía dudas cuando se trataba de ti, pero aún así, llevar a su primera novia a conocer a su tía fue increíblemente estresante.
Pavitr se preparó para la escuela ese día y comenzó a desayunar cuando, de repente, la tía Maya se sentó frente a él.
"Pavitr, me gustaría conocer a tu maravillosa novia". Ella declaró. Se atragantó con su bocado de aloo ke paranthe, golpeándose el pecho para toser su comida. La tía Maya miró con curiosidad. Bebiendo rápidamente su vaso de agua, Pavitr se aclaró la garganta.
"Eso suena como una gran idea, tía. La invitaré pronto".
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Después del día escolar, esperó su autobús a casa. Pavitr, vive relativamente cerca de la escuela, pero siempre eligió esperar contigo. Quería pasar su tiempo contigo tanto como pudiera. Así que ustedes dos se sentaron juntos, bebiendo bebidas heladas compradas en la máquina expendedora.
Y después de mucha valentía y coraje por parte de Pavitr, mencionó la invitación de su tía.
"¿En realidad? ¿Quiere conocerme?
"Sí. Uh, estaba pensando que tal vez esta noche...? ¿Está bien para tí?" Preguntó, inclinando la cabeza.
"Pav, me encantaría." Dijiste, sonriendo al pensar en la tía May. Solo habías oído cosas buenas sobre ella. Pavitr agarró tu mano, dándole un fuerte apretón. Pasaste el pulgar por su mano, tranquilizándolo.
Suspiró nerviosamente, "Gracias por hacer esto, de verdad".
Te reíste de su nerviosismo, apartando un mechón de cabello que había caído sobre su rostro.
