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Caminas de regreso a tu habitación, viendo cómo Miles está en la misma posición en la que estaba cuando saliste por primera vez. Extendiéndose sobre su cama, una pierna sobre la otra mientras él miraba fijamente al techo, la música débil de Nicki terminaba y Megan comenzaba.
"¡Hombre si no te levantas y haces algo productivo! ¡Salgamos en una cita o cena!" Gritaste, arrojándole la toalla de papel húmeda que tenías en tus manos.
"Salimos ayer mami, estoy cansado, ¿realmente me necesitas tanto para llevarte a lugares?" Preguntó mientras se quitaba la toalla de papel, su tono parecía molesto y no ibas a tomar eso. Ya estabas estupefacta por su elección de palabras.
Te acercaste a la cama, te subiste lentamente encima de él y te sentaste, tratando de asegurarte de que escuchara el punto que estabas a punto de probar.
"¡Primero la mierda de todo! No NECESITO que hagas una mierda por mí. Puedo salir sola, pero conociendo tu trasero, ¡no me dejarías ir! Puedo comprar mi propia mierda porque trabajo duro por MI dinero, ¡pero conociéndote a TI!-"
Gritaste, presionando tu uña en su pecho. "-¡TÚ siempre quieres comprarme algo de mierda! ¿Qué tal si te compras un nuevo maldito negro de J? ¡Los actuales andan en un hilo de vida!" Dijiste mientras te apartabas de él. Ponerse de pie y salir de la habitación. Hablando como lo hiciste.
"¡Alexa! ¡Sube el volumen a todo volumen!". Escuchaste la música a través de la cocina, terminando los últimos platos que estabas lavando antes de maldecir a Miles.
Unos minutos más tarde, regresaste a la habitación, Miles no estaba en la misma posición, estaba acostado de lado mientras hablaba con su teléfono, parecía que estaba escribiendo. Lo ignoraste y caminaste hacia el más cercano. Encontrar un atuendo para salir y gastar TU dinero duro.
Miles levantó la cabeza y miró la ropa que sacaste. "¿Adónde vas?" Preguntó, su tono sonaba confuso pero también como una vibra de 'perra, no juegues conmigo'.
"Afuera."
"¿Por qué no dijiste que me prepararía-" Antes de que pudiera levantarse, lo detuviste.
Me refiero a salir sola. Pensé que no querías irte. ¿Recuerdas?" Bromeaste, tratando de refrescar su memoria.
"Solo estaba bromeando amor... ¡vamos, no seas tan dura!" Dijo, poniéndose de pie y envolviendo sus brazos alrededor de tu torso desde atrás, mirando los atuendos que pensabas elegir.
"Ese rojo se ve bonito..." Dijo, admirando el vestido de seda que sostenías en tus manos.
"Mhm, ¿lo crees?" Preguntó mientras se giraba para mirarlo, viendo su suave sonrisa caer en su rostro.
"¡Bueno! ¡El rosa sera!" Corriste al baño con ambos vestidos, a pesar de que él sabía que solo estabas bromeando con él, si no salías con ese vestido rojo, NO IRÍAS A NINGÚN LUGAR.
