Miles Meowrales

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Meowrales

escrito por primrosechronicles


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Una noche lluviosa, mientras paseabas por los estrechos callejones de camino a tu apartamento, escuchaste un leve maullido procedente de detrás de una pila de cajas desechadas cerca de un contenedor de basura oxidado

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Una noche lluviosa, mientras paseabas por los estrechos callejones de camino a tu apartamento, escuchaste un leve maullido procedente de detrás de una pila de cajas desechadas cerca de un contenedor de basura oxidado. La curiosidad se apoderó de ti y seguiste el sonido.

Mirando en la oscuridad, viste un gato... En un... traje de spiderman negro? El traje tenía una franja roja a los lados, también llevaba un par de elegantes Jordan rojos con pantalones cortos y una chaqueta.

El pequeño gato desaliñado, empapado por el aguacero incesante; inclinó la cabeza y te miró un poco sorprendido al principio, luego te miró de manera amistosa.

Tu corazón dolía por el pobre felino, y sin dudarlo, te arrodillaste y extendiste tu mano, ofreciéndole consuelo.

"Pspspspspsps... Ven aquí gatito..."

El gato te miró feliz y se acercó a ti, frotando su cuerpo contra el tuyo y mirándote de frente como si quisiera decirte algo.

Ladeaste la cabeza, ¿qué quería el gato? El gato se volvió y te miró como si quisiera que lo levantaras para mostrarte algo en su espalda. Parecía bastante emocionado.

Y así lo hiciste. El gato te miró feliz y cuando lo levantaste te mostró el traje que traía puesto, parecía bastante feliz porque sabía que te gustaría. "¡Oh... te ves tan guapo!" Dijiste mientras acunabas al gato contra tu pecho.

El gato ronroneó alegremente en tus brazos cuando lo levantaste hacia tu pecho, disfrutó de los cumplidos y parecía aún más feliz de estar contigo. Te miró buscando cariño, como si quisiera que lo abrazaran aún más y que se quedara un rato más contigo.

"No sé si puedo cuidar de un gato..." murmuraste.

El gato te miró con una mirada suplicante, como si quisiera decirte con su cara que podías quedártelo y cuidarlo. El gato envolvió tu cuerpo, como si no quisiera irse, estaba muy lindo mientras lo hacía.

Incapaz de resistir el encanto lindo del gato y el evidente afecto por ti, tomaste una decisión allí mismo. Decidiste llevarte el gato a casa y brindarle el amor y los cuidados que se merecía.

"Muy bien, gatito... vamos a llevarte a casa".

"¡meow!"

Y así condujiste a casa, el gato durmiendo en el asiento del pasajero envuelto en tu chaqueta.

you're the sunflower | one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora