Capítulo 3

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ACLARACIONES

Empecé esta historia hace mucho tiempo, y por problemas personales la dejé hasta que la olvidé, pero como salió la nueva temporada de JJK, donde sale Daddy Toji, me propuse a esta vez sí terminarla, así que, ¡qué disfruten la lectura!





Capítulo 3



Cuando vi el interior de la habitación que había pagado Toji entendí al instante por qué su estado económico fluctuaba entre la riqueza y la bancarrota. No tenía mucha experiencia con ese tipo de lugares, eran contadas las ocasiones en que no había dormido en mi casa, pero me quedó claro que ese era la clase de sitio que usaban los millonarios o figuras públicas.

El lugar era más que una habitación, además de la enorme cama de impolutas sábanas como protagonista, al lado derecho había una sala por completo amueblada y en una esquina un jacuzzi de un tamaño nada despreciable. Los colores que predominaban eran el blanco y el dorado, pero más allá de estos todo parecía brillar con un tono que solo podían pagar cantidades exorbitantes de dinero.

Cuando salí de mi impresión y busqué a mi acompañante con la mirada, lo encontré sin camisa, de espaldas. Por sus movimientos, noté que estaba estirando los músculos, lo cual provocó que las heridas que le cubrían el cuerpo empezaran a sangrar, aunque en pequeñas gotas.

―Estoy harto de esto ―dijo.

No fue a mí, fue un comentario al aire, cargado de mal humor. Desde que había llamado a otro sujeto para que nos recogiera y nos llevara al hotel, su sonrisa cargada de burla había sido reemplazada por un ceño fruncido. El hombre logró a duras penas que se limpiara un poco la sangre antes de intentar entrar al hotel convenciéndolo de que llamarían a la policía. Supuse que se trataba de su socio más que de su amigo. Cuando me vio, le preguntó con la mirada al exiliado del clan Zen'in, quien respondió con un mísero «ignórala».

―Bébete esto.

Salí de mis pensamientos para prestarle atención a la copa que estaba frente a mis ojos. La tomé con ambas manos para examinar el líquido dentro, transparente y, según noté, gasificado. Al terminar de examinarlo levanté la mirada para encontrarme con sus ojos cansados y no por eso menos aterradores. Parecía chapan, aunque ni siquiera había visto cuando lo sirvió.

―No quiero, gracias ―intenté―. Estoy segura de que le pusiste algo.

Toji se acercó los pasos que nos distanciaban para después flexionar un poco sus rodillas y dejar nuestros rostros a la misma altura. Su rostro de sádico era aterrador, pero casi lo extrañaba ahora que se veía malhumorado.

―¿Cuál fue nuestro trato?

Abrí la boca para responder, pero opté por analizar de nuevo el contenido de la copa. Las burbujas habían desaparecido. En una ocasión normal, intentaría zafarme con otro comentario, pero tuve miedo de que el hombre a mi lado decidiera que era mejor acabar conmigo y cumplir con lo que prometió al clan. Suspiré y me llevé el contenido a la boca, sin querer saborearlo, tan solo sintiendo el ardor del alcohol en mi garganta.

Cuando terminé, tosí un par de veces. No podría decir si tenía algo extraño, porque odiaba las bebidas alcohólicas y apenas reconocía su sabor.

―Buena chica ―dijo él.

Muñeca rota [ Toji Fushiguro y tú | +18 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora