𝟶𝟶𝟸

106 8 0
                                    

"El arte es para consolar a aquellos
que están rotos por la vida"

Vicent Van Gogh.

Recordó May de repente, garabateando en su cuaderno, una frase de su artista favorito.
No pudo evitar compararlo con la relación que tenia con sus padres. Decir que eran distantes era demasiado amable, literalmente no habia lazo alguno entre ellos, ni siquiera estaba segura de si recordarían su existencia en ese momento.
A quién verdaderamente extrañaba, era a su hermano mayor, Francisco. Fran para los amigos, Virgolini para ella. Probablemente la mejor persona presente en su vida y a quién más ama en el universo.
Ahora que se ponía a pensar en el, recordó que no habían hablado desde que ella solto sin previo aviso, en una cena, que se había postulado para la academia Vision y había entrado.

— Me voy a mudar a New York, postulé para una escuela en Brooklyn y entré — Soltó la castaña, rompiendo el silencio que siempre había a la hora de la comida —.

Sus padres la miraron — ¿Cuánto necesitás?

Preguntó su padre, indiferente de la situación, centrándose nuevamente en su plato.

A May se le estrujó el corazón ante eso, pero se repuso y continúo hablando — Por ahora, lo suficiente para pagar la matrícula y los pasajes del viaje...

— Bien — Exclamó tan cortantemente, que incluso el filo del cuchillo que estaba utilizando se quedaba cortó a comparación —. Te vamos a enviar lo suficiente cada mes, hacé lo que quieras con eso.

— ¿Van a dejar que se vaya sola? — Dijo Francisco, indignado — ¿Y encima a una ciudad al otro extremo del continente? ¿Vos me estás cargando? Voy con ella, es un peligro.

— Francisco, es lo suficientemente grande como para encargarse de ella misma — Comentó su madre, sirviéndose más de la comida servida en la mesa —. Además, te necesitamos acá.

— ¡Solo tiene catorce años! — Exclamó, subiendo el tono de su voz — ¿Me están escuchando? ¡Catorce años!

La edad de May era lo último que recordarían de ella.

— Le vamos a pagar a alguien por ahí que se encargue de ella, ¿Contento?

— En lo absoluto.

Francisco amaba demasiado a su hermana, queria darle más de lo que le podia dar, mayormente a compensación de lo poco o casi nada que le demostraban sus padres.
Lo cena esa noche no termino bien para sorpresa de nadie, pero llegaron a un acuerdo con el hermano mayor para que él vaya la próxima semana para verla. No lo hicieron por ella, si fuera por ellos, ni siquiera la habrían tenido o hace rato May estaría en otro pais, pero la insistencia de Francisco y su cariño por él hicieron que cedieran ante sus "caprichos".

May suspiró.

Ella ya había asimilado que el cariño de sus padres hacia ella era inexistente, ausente, falso, ficticio, irreal, mítico, quimérico. Pero en el fondo, en lo más recóndito de su corazón, ella los queria y queria que la quisieran.

— Señorita Munuz  — Una maestra, que pronunció mal su apellido, la apartó de sus pensamientos —.

— Es Muñoz.

— Como sea — Le restó importancia, May solo pudo mirarla con fastidio —. Tenga, es el permiso para la visita a los laboratorios Alchemax.

Ella tomo la hoja, leyendo su contenido — ¿Es mañana?

— En lo posible entregelo hoy en dirección, Munuz — Dio media vuelta y continúo dando su clase —.

Es Muñoz, vieja culiada.

Ꮆ尺卂千千丨ㄒ丨  ||   𝙈𝙞𝙡𝙚𝙨 𝙈𝙤𝙧𝙖𝙡𝙚𝙨 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora