Solo Se Vive Una Vez |2min

O1 Es Solo...

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—¿Minho? ¿Choi Minho?—Llamó el Sr. Kowski, nuestro profesor de Historia. Todos volteamos la cabeza hacia el asiento vacío al fondo de la sala. —Ausente otra vez, que sorpresa.

Minho venía a clase tal vez dos veces por semana, tres veces como máximo, pero incluso cuando venía a la escuela, o se metía con sus amigos o se quedaba dormido.

Tenía la reputación de ser el chico malo de la escuela, slash, play boy, saliendo con innumerables chicas, organizando fiestas interminables, siempre haciendo cosas atrevidas y simplemente sin importarle nada más que divertirse.

¿Conoces esos clichés de chicos malos que ves en las películas y lees en las películas para chicas? Sí, bueno, ese era Minho. El cliché más grande que encontrarás. ¿Aún no te haces a la idea? Bueno, te daré algunos adjetivos y tu descripción típica de un chico malo. A ver, probablemente sería algo como:

Choi Minho, el chico misterioso con cabello negro azabache, hermosos ojos esmeralda y una mandíbula que podría cortar madera. Rostro y nariz perfectamente simétricos, bonitas cejas pobladas y un macizo total de pies a cabeza. Actúa como un completo idiota, rebelde e incomprendido, probablemente tiene problemas familiares, por eso actúa tan mal, solo espera que una niña inocente entre en su vida y lo mejore, que le enseñe a amar de nuevo y lo convierta en "bien".

Resoplé.

—Lee TaeMin, presente como siempre— sonrió el Sr. Kowski, asintiendo levemente.

Correcto, sé lo que están pensando y antes de que se adelanten, déjenme detenerlos allí mismo. Ustedes probablemente estén pensando "oh, ahí está el pequeño inocente bueno-dos-zapatos que va a cambiar al astuto chico malo".

Equivocado.

Incorrecto.

Nada posible.

Probablemente no es así como dices "de ninguna manera" en español, pero entiendes el punto.

Era cierto que yo era un buen estudiante, trabajador y estudioso, pero no había forma de que Minho y yo nos cruzáramos alguna vez. Primero porque él nunca venía a clase y segundo porque yo solo venía a clase.

Y para aquellos de ustedes que están pensando que así es como poco a poco me estoy empezando a enamorar del chico misterioso, inténtenlo de nuevo.

Yo era Lee TaeMin, el chico bueno que se mantuvo alejado de los malos. Así eran las cosas, y así iban a ser las cosas.

                          🌷🍁🌼

—¡Pequeño !—exclamó una voz. Karina, mi mejor amiga, vino corriendo por el pasillo y se estrelló contra mí, cortándome la respiración.

—¡Kari!—Hice una mueca, sofocado por su fuerte abrazo.

—¿Sí, Tae?—miró hacia arriba, sus largas pestañas batían sobre su cabello oscuro y marrón, ojos que resaltaban su piel. Una amplia sonrisa bailó en sus labios rosados ​​mientras se quitaba algunos de sus rizos naturales de la cara.

—No correr por los pasillos, sabes que va en contra de las reglas—espeté. La boca de Karina se abrió de par en par cuando me dejó ir, retrocediendo unos pasos.

—¿De verdad Tae?— ella se burló con incredulidad.—Vengo corriendo aquí con todo mi amor y cariño por ti y todo lo que tienes que decir es—hizo una pausa, poniendo sus manos en sus caderas mientras intentaba imitarme con una voz exagerada. —"¡No correr por los pasillos, va en contra de las malditas reglas!"

Entrecerré los ojos. —No jures, — murmuré. Su boca se abrió antes de poner una mano en mi hombro.

—Tienes suerte de que te ame,— murmuró débilmente. Solo sonreí, siguiéndola por los pasillos mientras hablábamos de lo difícil que fue el examen de inglés de ayer cuando ambos sabíamos que íbamos a sacar una A.