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Un pequeño ataque de pánico empezó. Se despertó en un lugar que no conocía. Se movía o más bien se arrastraba buscando la salida, arañaba la puerta, quería regresar al bosque y esconderse en su pequeño nido. Aullaba desesperada, soltaba un tenso aroma. Se sentía prisionera.

La puerta fue abierta y usando todas sus fuerzas intentos salir. No funcionó, y ahora estaba en los brazos de una desconocida. Pataleaba intentando bajar, no tuvo éxito alguno, los brazos ajenos le ganaban, gruñía enojada.

-Que cachorro mas necio - sonrió tierna - que lindo eres - apretó sus mejillas - no gruñas

Bajo las gradas con ella en brazos, sonreía encantada, hace mucho tiempo que no veía a un cachorro, a un niño lobo. Y podía sentir su espíritu Alfa. Asombroso, eso pensaba, quería quedarse con el y hacerlo parte de su manada .

-¿Que opinas? - pregunto - yo sigo sorprendida, ¿Cómo diablos trajo un lobo a la casa? - vio a Nayeon con seriedad

-Deja a la niña - suspiro - solo quería ayudar - acarició la cabeza de Nayeon - ¿Pero porque me llamaste a mí? Digo, de tantas opciones que tienes - le sonrió con picardía

-Porque tú, eres una loba - fingió una sonrisa - además, ¿Que me dijiste la última vez que nos vimos ? - alzó una ceja

-Te dije que quería un hijo tuyo, pero no me refería a esto - se carcajeo - pero es muy bonito, me lo quedo

Bajo al cachorro, y comenzó a examinarlo. Desprendía un suave aroma para tranquilizarlo. El debil cachorro le extendió los brazos, la sorprendió. ¿Se había apegado a ella tan rápido? .

Al sentir el aroma y feromonas de la alfa mayor se sintió protegido. Nunca había tenido esa compañía, la de otro lobo. Sentía la necesidad de estar cerca de ella, su lobo le pedía calor de esa alfa. Era raro pero cómodo, le gustaba, quería formar un lazo con ella.

-¿Te agrado? - pregunto mientras le acariciaba el cabello - ¿Quieres ser parte de mi manada? - sonriente

Los ojos del cachorro se iluminaron. Tenía once años, de los cuales había pasado siete viviendo sola. Había sido abandonado por su manada, y nunca pensó en poder pertenecer a una de nuevo. Se emocionó y dio un aullido tierno .

-Me parece que si quiere - hablo encantada

-Te emocionas mucho - le dio un golpecito en el hombro

-Si, ahora puedo presumir que park jihyo, me dio un hijo - sonrió burlona - ¿Cual es tu nombre? - pregunto al cachorro

-No tengo - sintió su rostro arder de la vergüenza, ¿Quien no tenía un nombre?

-Bueno, ya nos vamos a encargar de eso - desinteresada - ¿Cuántos años tienes?

No sabía que responder, salió corriendo. Se escondió, pensó en salir hasta poder responder esa pregunta. Realmente no sabía nada de ella misma, ni su nombre ni su edad.¿Y si, se arrepiente por qué soy tonta?.No quería ser abandonada de nuevo.

-No te preocupe, ya luego lo resolvemos - se acercó a ella y la tomo en brazos - no te voy a abandonar - le sonrió con ternura

Cierto alivio la inundó. Bajo de sus brazos y se fue en busca de Nayeon. Tenía ciertos asuntos que completar. Iba a morderla.

-Oye tonta - se acercó - ¿Y que va decir tu mujer? - su rostro se tenso

-Lo que diga o piense Dahyun no me importa- frunció el seño - no necesito su opinión- ( que gran mentira)

-Por eso nunca me gustaron los Alfas - le vio disconforme - son unos imbéciles, no saben  cómo tratar a las mujeres

-Relájate mujer, no soy tu esposa - fingió indignarse - aunque si quisieras - con cierto aire seductor se acercó a ella - podría serlo

-Momito- sonrió - lo nuestro ya fue - acarició su mentón - quedó en el pasado - se alejó

Sonrió melancólica. Años atrás ella y Momo habían sido amantes. Fue una aventura de unas pocas noches . No eran compatible de esa forma, Momo era una mandona y jihyo tenía un espíritu libre. Simplemente no funcionó.

Nayeon estaba siendo acorralada, el cachorro estaba a punto de morderle el cuello. No estaba hambriento, pero quería mostrarle quien era la presa. Nayeon estaba sonrojada, confundía la situación.

Un grito agudo salió de su garganta. El cachorro la mordió, sangre salía de su cuello, la succionó. El rostro de Nayeon ardía de la vergüenza, ¿La acababa de marcar? . El cachorro se dio la vuelta, sintiéndose superior regreso nuevamente con las mayores. Con Nayeon detrás de ella .

-Nay, que tienes en el cuello - se alertó al ver sangre

-Mami ... - suspiro sonrojada - el me marco - señalo al cachorro. El solo asintió desinteresado, ganándose una mirada asesina de parte de Jihyo.

-Controla a tu hijo - furiosa tomo en brazos a su pequeña - ¿Te duele cariño?

-Solo un poquito - hizo un ademán con sus dedos

-¿Quién lo diría? - soltó una carcajada - salió igual de lista que su mamá - le guiño un ojo a Jihyo

-Apuesto a que ni siquiera sabe lo que hizo - con el seño fruncido le vio - deja de fantasear

Al anochecer Momo salió de esa casa con su nuevo "cachorro" en brazos. No tenía ningún tipo de experiencia cuidando niños, confiaba en que su esposa Dahyun, la iba a ayudar. A pesar de haberse conocido hace apenas unas horas, ya sentía una conexión especial con el cachorro. Tal vez era gracias a su deseo de ser madre. Momo era una mujeriega no lo negaba, pero aún con ese defecto deseaba ser madre. Por desgracia, su omega Dahyun era estéril. Nunca vio eso como un problema, la amaba, independientemente de si podía darle cachorros o no. Eran destinadas.

Al estar frente a la puerta de su casa, sintió temor, ¿Y si ella no lo quería?, ¿Y si la echaba de la casa junto al cachorro? . Decidió hacerse la fuerte y entrar. El delicado aroma de su omega invadió su nariz. Dejo al cachorro en el pasillo y fue a buscar a su esposa.

Quédate aquí - acarició la cabeza del cachorro - no te muevas, ya vendré por ti  - susurro

Entro a su habitación muy nerviosa, tenía miedo. Momo la alfa más alfa de todas, era una gobernada total, mantenía su orgullo y apariencia en la calle. Pero sabía muy bien que cruzando la puerta de su casa, Dahyun mandaba. No lo iba a admitir, pero era la realidad.

『 Meeting 』  - 2yeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora