Prefacio

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Nathan estaba en shock desde hace una hora, veía como su hermano estaba igual o incluso peor.

¿Por qué?

Bueno, ellos estaban viendo fijamente a una de sus mujeres. Blue la mujer cual los estaba mirando fijamente desde hace unos minutos esperando su opinión del maravilloso plan elaborado por ella que había creado para salvar a sus novios. En tan solo una hora y unos cuantos minutos.

— ¿Celeste, me podrías decir que está pasando exactamente?– le pidió Nathan a su otra mujer que ahora estaba viendo el ventanal tranquilamente.

— Solo dí tu opinión y da la orden–le respondió  fría y cortante.

Rüdiger quien estaba callado por la impresión de ver a Blue hacer una plan de rescate, prácticamente perfecto, en tan poco tiempo y al escuchar a Celeste responder de esa manera tan dura.

No parecían ellas.

Este decidió revisar más a profundidad el plan de Blue, lo que no esperaba era ver que tenían todo perfectamente calculado, lo único que les faltaba era la orden para que el plan se llevará a cabo esa misma madrugada.

Rüdiger decidió hablar un momento con su hermano a solas, ambos se levantaron ante la atenta mirada de sus mujeres y salieron de la oficina.

— Que demonios– espetó Nathan al saber que ya estaban lo suficientemente lejos para que ellas no los escucharan.

— Mira, por muy impresionados que estemos en este momento, tenemos que aceptar que su plan es muy bueno, y dar la orden para poner a todos a trabajar para el rescate– dijo Rüdiger.

Nathan acepto reconociendo que el plan era excelente. Pusieron a todos sus hombres a trabajar y volvieron a entrar decididos a que después de recuperar al resto de sus hermanos, pedirle explicaciones a sus mujeres, y decirles que se quedarían aquí hasta que ellos volvieran.

— Ya pusimos a todos a trabajar, tu plan es muy bueno, mi amor, hemos quedado gratamente sorprendidos– dijo Nathan intentando acercarse pero viendo que no sería posible después de la mirada que le lanzo su Blue. Mirada cual el no reconoció.

— Dejaremos para su resguardo y seguridad a cien hombres afuera y veinticinco dentro, como comprenderán no pueden ir. Es una misión muy peligrosa y ninguno de nosotros quiere que les pase algo– dijo Rüdiger al ver el sepulcral silencio que se formó..

Nathan vió como Celeste y Blue compartieron una mirada y supo que cuando sus ojos se posaron en ellos, que nada, absolutamente nada estaba bien, y que en definitiva no comprendía una mierda.

Un Juego De Peligro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora