11. Entrevista

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Celeste

Estoy en la cocina preparando el almuerzo con mi delantal Rosita con corazones. Tengo mi ropita de color blanco con unas líneas negras, es un vestido de verano, hace mucho calor aquí en España.

Mi creación culinaria consiste en; carne asada con papas fritas y una ensalada que hice el día anterior a este. También está una sopa de verduras que hice para aumentar nuestras defensas. No es nada del otro mundo, no tenía muchas ganas de preparar comida y además, todavía sientia un pequeño dolor en mis brazos.

ÉL me había tratado un poco feo luego de llegar borracho a nuestra casa y que no me encontrará, yo estaba haciendo las compras con Blue ya que me sentía muy sola, tenía mucho tiempo sin verla. Hablabamos de todo, pero no me atreví nunca a contarle nada relacionado con ÉL. No sabe de su existencia, esque no quiero que se decepcione de mi.

Dile a tu hermana. Habla esa vocecita molesta.

Yo a ÉL lo amo con todo mi ser, no me imagino un día en que no lo tenga a mi lado. Hay veces que me trata mal y me dice cosas feas, pero solo es aveces cuando está enojado, tenemos lindos momentos sin necesidad de tener sexo, a mi me parece muy lindo de su parte que respete mi decisión de no tener sexo hasta el matrimonio. Por cosas como estas, lo amo.

Bueno, volviendo al tema, ÉL me dijo que no debía salir así, con ropa de "puta". Entiendo, salí con un vestido un poco corto y a ÉL no le gusta que todos me vean, solo soy de ÉL.

Me agarró los brazos y me sacudió para que yo entendiera mejor mi error, se lo agradezco, solo se preocupa por mi. ÉL no quiere que me pase nada malo.

Salgo de mi mente con una sonrisa ante tales pensamientos, nadie nunca me había contratado como vestirme, quizás no le importaba a nadie a tal punto como para que se preocupara de esa manera por mi. Ni siquiera Blue lo hacía.

Pongo la comida en la mesa esperando a que ÉL llegue. No le debe faltar mucho, siempre está aquí antes de la una y treinta de la tarde y son la una y veinte minutos.

Estoy muy emocionada e ilusionada, casi nunca le preparo nada de comer porque no le gusta, prefiere comida de la calle pero mañana es nuestro aniversario—cumplimos 5 meses de hermosa relación—y le quería proponer algo para que hagamos

Me meto en el celular para pasar el tiempo. Estoy en él unas cuantas horas. Son las tres y ÉL no llega ¿Le habrá pasado algo? No, no creo, soy su número de emergencias.

Decido llamarlo a ver qué tal. No es que sea tóxica ni controladora, ÉL siempre dice eso cada que lo llamo cuando está en su trabajo.

Imbécil, déjate ayudar. Otra vez está.

Ignoro tal pensamiento y marco. Una, dos, tres veces repica el celular cuando me envía al buzón. Hago esto unos cuantos minutos más, no responde. No he comido y ya tengo muchísima hambre. ÉL se enoja si como mientras ÉL no esta, puede que me dé una cachetada o algo... Pero es por mi bien, ÉL me enseña así.

Dejo de llamar y son las cuatro. Llegan las cinco. Son las seis ya. Siete. Ocho. Nueve. Tengo muchísima hambre, no almorcé y sigo en la misma silla esperándolo. Estoy triste, me dijo que llegaría temprano y no lo hizo.

Por fin me rompo y empiezo a sentir gruesas lágrimas cayendo por mis mejillas. Coloco mis manos en mi cara para mitigar el sonido de los sollozos, comienzo a oír el ruido de mis tripas sonando y tengo que seguir esperándolo para que comamos, yo no quiero que me vuelva a pegar.

Escucho el tintineo de las llaves, miro el reloj y son las nueve y media. Me emociono a pesar de que no llegó cuando me lo prometió pero por fin llegó. Peor es nada ¿No?.

Un Juego De Peligro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora