Un Juego De Peligro

24. Rüdiger

Celeste

¡HOY ES EL DÍA!, ¡HOY ES EL GRAN DÍA!. No podía dejar de pensar eso mientras estaba dando brinquitos despertando a Blue de un sueño pesado. Cuando se despertó le susurré

—¡Vamos a despertar al cumpleañero!

Ella medio desorientada asiente, estaba entre Mikhail y Jacob, se desenreda de ellos muy silenciosamente para no despertarlos, ya hecha está misión en ropa interior gateamos hasta el otro extremo de la gran cama en dónde se encontraba nuestro Rüdiger.

¿Ya son suyos?.

Sipi, deja de entrometerte.

Blue me hace una señal y asiento comprendiendo. Y en...

—3...

—2...

—1...—Digo

—¡GRATULERER MED DAGEN!

Por nuestro grito se despiertan todos, y Rüdiger despierta dando un brinco en la cama, por suerte no se cayó, segundos después cuando capta lo que le dijimos nos sonríe enormemente mostrándonos su hermosa dentadura de dientes blancos.

Que lindo se ve sonriendo. Pienso.

Debería hacerlo más a menudo.

Salgo del hilo de mis pensamientos cuando siento unos fuertes y grandes brazos envolviendome. Le paso un bracito por un hombro y me encuentro con la cara de Blue medio aplastada, rio internamente por eso.

—Takk skal du ha, linda y preciosa.

Nos da un beso a cada una en la coronilla.

Me acerco y le doy uno en la comisura de su boca, Blue siempre más atrevida le da uno directamente en la boca.

—Si, si el cumpleañero y tal, pero ¿Y nosotros?, ¿Nuestro beso de buenos días?—Se queja Massi.

Rio abiertamente.

Rüdiger nos suelta a regañadientes y cada una de nosotras les damos los besitos de buenos días.

—¿Qué tienen preparado para el día de hoy, duendes?

—Varias cosas, pero son para... más tarde, así que mientras estaremos con Abril y esperaremos que llegue Agnes—Responde mi Blue.

Enarcan todos una ceja y fórmula la pregunta Mikhail.

—Y ¿Desde cuándo son tan amigas?

—Desde ayer, ¿Por?—Digo.

Levantan las manos en señal de rendición.

—Por nada, por nada—Dice Lev.

Sonreímos.

Estábamos cepillandonos cuando habla el cumpleañero.

—Entonces... ¿No pasaran el día conmigo?

No sé por qué pero me lo imaginé diciendolo con un puchero. Escupe la crema Blue y responde.

—En la noche seremos todas suyas.

Que no lo dija así, que promete mucho, después no puedo caminar. Ya que.

Al salir ya vestidas, bajamos las escaleras hasta llegar al comedor, ahí solo estaba Ayden.

—Los demás ya se fueron, estaremos todos aquí a las 6

»Portense bien—Agrega.

Ofendida, grito.

—NOSOTRAS SIEMPRE NOS PORTAMOS BIEN—y le saco la lengua a su espalda que termina desapareciendo detrás de la puerta no sin antes declarar un...