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El estaba tirado en el sofá de su sala. La televisión se encontraba emitiendo una película frente a él, con conversaciones triviales y expresiones exageradas para alargarla más de lo que debía durar. Pero Bangchan realmente no le estaba prestando mucha atención, no cuando sabía que su bonito novio se encontraba camino a su casa para "pasar la tarde", como le había dicho por mensajes.
Sus padres habían salido de viaje por negocios, y no estarían en la ciudad durante todo el fin de semana. Le dejaron las llaves y le dijeron que podía invitar a su Seungmin siempre y cuando no hagan cochinadas. Pero Bangchan era virgen, aún después de un año y dos meses de relación, nunca habían llegado más lejos que simples besos, y siendo Seungmin una persona sexualmente activa antes de su relación, le preocupaba que se estuviera empezando a hartar de esperarlo.
Más aún con aquellos estúpidos rumores que recorrían en su escuela diciendo cosas estúpidas como que su Minnie lo engañaba con muchas otras personas entre otras cosas debido a su pasado con muchas parejas sexuales, aunque, siendo sinceros, nunca le creyó a estos rumores ni por un segundo, ya que prácticamente su novio era una garrapata con él, no lo dejaba ni siquiera ir al baño solo, hasta lo esperaba frente a la puerta diciendo que lo extrañaba mucho, y todo el tiempo libre que tenía se la pasaba en su casa. Lo que si le llegaba a preocupar era no poder complacerlo en el ámbito sexual, siendo el menor alguien con mucha más experiencia que él. Incluso se había querido informar con Google sobre como complacer a alguien, pero para su mala suerte solo le aparecían videos para adultos con malísimas actuaciones que no le servían de nada.
El joven suspiro pesado. Apagó la televisión, ya le había perdido el interés al filme pues, de todos modos, aquella película era horrible. Se dejó caer contra el respaldo del sofá tratando de pensar alguna forma de poder complacer a su pareja esa misma tarde sin ningún tipo de timidez o vergüenza de por medio.
Pero no le dió mucho tiempo, ya que el timbre sonó por toda la casa anunciando la llegada más esperada. Seungmin estaba ahí, en su casa, frente a su puerta
Cuando se decidió a abrir la puerta se encontró la imagen más caliente que alguna vez pudo ver. Seungmin estaba parado ahí, vestido con una faldita negra y encima un cardigan que tapaba al crop en la parte de arriba. En las piernas llevaba unas medias que le llegaban hasta la mitad de los muslos dejando a la vista un poco de su piel. Chan tragó pesado, nunca lo había visto vestido con una falda y no podía creer que con solo ver a su novio con esa ropa puesta su pene ya se ponga duro, era vergonzoso.
— ¡Channie! — gritó emocionado colgándose del cuello del dueño de casa. Este lo abrazo de vuelta — te extrañe tanto, bebé — abultó sus labios en busca de un besito mientras lo apretaba contra su cuerpo. Oh no, tenía que esconder su erección, no se suponía que esto pasara.
— Pero si nos vimos en la mañana Minnie — hizo su cadera hacia atrás evitando el contacto, pero cuando lo vio al rostro no pudo evitar quedar embobado frente a su pareja. Sus ojitos de cachorro estaban maquillados y sus labios tenían un leve gloss que lo tentaban tanto. Y dándole el gusto al dueño de su corazón, dejó un poquito en estos, aunque quería más, pero eso lo dejaría para después.
