🄽🄾 🄳🄴🄱🄸🄾 🅂🄴🅁~•

°8°

Narracion normal:

Chifuyu se encontraba esperando al totem, era temprano en la mañana y el quería seguir durmiendo pues últimamente estaba más cansado de lo normal, al fin su embarazo estaba empezando a mostrar síntomas.

-perdona por la tardanza

-no te preocupes... ¿Y ese carro?

-los pedí prestado, no te puedo llevar en la moto

Dijo mientras le abría la puerta del copiloto al menor.

-¿le dijiste a Mikey?

-si pero aún no está listo

-ya veo... A mí aún me cuesta trabajo pero quiero hacerlo...

-...si el estuviera aquí ya medio mundo se habría enterado, es más el primero hubiera sido el

Sin más el más alto condujo hasta la correccional para visitar a su amigo preso y anunciarle que sería tío.

*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*

-tenía mucho sin verlos... Sobre todo a ti Chifuyu

-si tiene tiempo

Era incómodo aún hablar con el menor, y como no si le había arrebatado a la persona que amaba.

-¿Cómo está Mikey?

-bien

Contestó calmado Draken

-venimos a darte una noticia

-¿es algo bueno o algo malo?

-algo muy bueno

-¿Qué es?

-Chifuyu deberías decirle tu

-...Yo... Estoy esperando un bebé de Baji-san

No pudo contenerse, se quebró en el momento que escucho aquello, lágrimas no paraban de salir de sus ojos.

-fe-felicidades... ¡Estoy muy feliz por ti!

-muchas gracias

-Mikey organizo una apuesta de que será el bebé ¿Quieres entrar?

Volvió a salvar el momento el chico del tatuaje de dragón.

-¿Tu qué quieres que sea Chifuyu?

-un niño

-¿Y tú Draken?

-tambien pienso que será niño

-Mikey ¿Escogió niña?

-si...

-jajajaja entonces también pienso que es niño, Baji no merece una linda princesa... Draken nos podrías dejar un momento

No era pregunta.

-Claro

Después de ver cómo abandonaba la habitación Kazutora hablo.

-chifuyu te debo una disculpa inmensa... Te lo quite sin pensar en nada... Perdóname

-... Kazutora yo...

Mentiría si dijera que no le guardaba rencor.

Era el mejor amigo de tu padre...

-te perdonó... Pero aún te guardo rencor, no he pensado en que le voy a decir cuando me pregunte por su padre, o el porque lloro todas las noches de luna llena o...

No pudo más.

-se que no estoy solo, pero todo sería mejor Ai el estuviera aquí

-se que no tengo derecho pero... ¿Podrías mandarme fotos de el cuando nazca? Es más incluso cuando sepas que es, quiero saber todo de mi sobrino

-lo haré, estarás enterado en cuanto lo tenga en mis brazos y en sus primeros pasos, sus primeras palabras, todo

-muchas gracias Chifuyu

*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*

-¿Estás seguro que no quieres que te deje en tu edificio?

-seguro Draken, puedo ir caminando desde aquí, de echo es sano para mí bebé

-si así lo quieres, solo no le digas al enano por favor

-tranquilo no lo haré

Así se despidió de su amigo después de haber pasado toda la mañana con el.

Sus pasos se dirigieron a una heladería donde se había quedado comiendo un helado grande de chocolate con fresas, solo por "capricho de su bebé".

Al salir fue directo a una pizzería a comprar una pizza individual con la combinación más rara que se le puso imaginar, llegó a la playa para poder comerla, ya era algo tarde a pocas horas de anochecer.

-oye gatito si sigues así me vas a hacer engordar de más

Había comenzado a hablar con su barriga después de la "apuesta" que habían echo con sus amigos pandilleros.

-si tu padre estuviera aquí probablemente estaría del doble de tamaño

~Con el aquí no hubiera entrado en depresión y habría comido mejor~

-gatito aunque el nunca supo de tu existencia y tú no lo conozcas ten por seguro que el te ama... Desde el cielo yo sé que el hacía tu llegada.

Cuando estés aquí te contaré tantas cosas de el que será como si lo hubieras conocido.

Sus lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

-como quisiera que estuviera aquí... Que te viera crecer y traerte a jugar a la playa... Y porqué no, darte uno o dos hermanos.

Se sonrojo por lo pensado.

-...pero que más da, tu hermano es Peke J de todos modos ¿Verdad? Incluso si tenemos suerte puedes llegar a tener primos... Podrás jugar con los hijos de Takemichi y las hermanas de Mitsuya...

Pero no serán nuestros hijos...

¿Verdad?

Baji-san