Mi hermanita me las conseguía 6

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                                                         Mi hermanita me las conseguía 6


Las chicas me miraban por el retrovisor, las dos enseñándome las braguitas, pero mi hermana más disimulada. Andrea ya me empezaba a reclamar, y me estaban poniendo a mil con sus coñitos definidos en sus braguitas, abriendo y cerrando las piernas descaradas.

-¿Hace calor no? ¿pongo el aire?.- les dije sacándoles una risa de brujas.

-Que va, se está bien.- me dijo Andrea abanicándose el coño con la mano.

Mi hermana la miraba y re reía, pero ella con un pie en el asiento, también me lo enseñaba, pero no tan descarada como su amiga. Raquel movía la mandíbula y le acaricie sabiendo porque lo hacía, y se dejó hacer porque no me podía apartar de un manotazo delante de las chicas.

-Tu ya vas medio cenada, carne y marisco.- le dije en voz baja haciendo que me mirara con odio y me girara la cara mirando por la ventanilla.

Me pone a mil que mi madrastra me rechacé, y que me enseñen las braguitas, y me ponía a más, poco a poco, con mi polla ya algo dolorida. Y así lleguemos al restaurante perdido en la montaña, con las dos brujas riendo de sus cosas, y mi madrastra intentando que le soltara el culo mientras caminábamos desde el parking, detrás de ellas.

-Tengo ganas de este, a ver si te pillo.- le dije al oído, lamiéndole el cuello y notando como se calentaba, pero pasándose la mano por el cuello con asco.

Tuvimos suerte y no había mucha gente, cenábamos entre risas, y Andrea le metía mano de vez en cuando a Raquel, que se tensaba como un palo, y mi hermanita y yo ya nos las sabíamos todas para estas ocasiones. Y con mi polla fuera, y el vestido remangado de mi hermanita, nos pajeábamos lentamente mientras charlábamos, éramos expertos.

Tiraba un cubierto, y se la metía casi entera en la boca, notando mis dedos empujar en su entrada, haciéndola reír y sorbérmela mientras lo cogía y volvía a su sitio.

-Tía, no bebas más, que se te cae todo.- le dijo Andrea la tercera vez, riendo todos.

Raquel era una sumisa de manual, pero Andrea era muy viciosa, y ya le había remangado también el vestido largo, y le paseaba un dedo por su clítoris muy despacio. Andrea le reclamaba su mano, pero Raquel le miraba con cara de tonta, vio que no las veíamos, y al final se decidió en la hora de los cafés, y le hizo lo mismo.

Al rato todos estábamos acalorados, y todos pajeándonos mientras reíamos de las tonterías de uno u otra. Pero llego la hora de irnos, y mi hermanita noto mis dedos salir de sus braguitas al levantarse, y reía al saber que me tenía que esperar a que se me bajara un poco, se levantaron charlando y no se dieron cuenta que me quedaba en la mesa. Cogí el café y me puse a hacer que me lo acababa, con Ellen riendo al saber que el vaso estaba vacío.

La mire sonriendo fastidiado de su risa, y eso me ayudó a ponérmela a un lado, y salir mirando el techo despidiéndome.

La pareja de amantes se fue al baño, o más bien Andrea tiro de la señora y la metió en el baño, y mi hermanita al verme salir solo, con mi sonrisa de violador, se fue detrás del coche y me espero.

-Esto es una guarreria, no puede ser eh.- me dijo abanicándose las braguitas empapadas con descaro.

Vio que me la sacaba y me dijo:

-¡No! Guarda eso loco, que van a venir.- pero noto como le apartaba la braguita y se la frotaba en su coñito ardiendo y empapado empujándola contra el coche.

Mi hermanita me las conseguía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora