Dead Lovers - Farfarich

19.

—Rubén!!— su madre le gritó y le arrancó de los dientes aquel pájaro muerto que mordía desesperadamente.

Ese era el primer recuerdo que tenía sobre algo de sus trastornos alimenticios y mentales, era muy niño y de la nada sentía un apetito inmenso por cosas que no eran comestibles exactamente.

Killer y su hermano Kolo nacieron en una familia muy disfuncional entre un hombre que pertenecía a una secta de la que nunca llegaron a saber nada y una mujer con problemas de adicciones, había épocas enteras en donde el y su hermano vivían encerrados en el baño, bebiendo de la taza del inodoro y comiendo una vez cada que su madre se dignaba a escucharlos llorar y tirarles restos de comida que había pasado mucho tiempo en el refrigerador.

Rubén y su hermano gemelo fueron librados de esa miseria cuando una tía de ambos los reportó a las autoridades, el gobierno se hizo cargo de ellos y los internó en un lugar que se encargaría de tratar su malnutrición y darles los cuidados que nececitaran antes de entrar al horfanato.

Cuando tenían 7 años fueron adoptados por una familia de bastante buena Fé, aunque no tardaron en notar que algo andaba mal con esos niños, aún así decidieron cuidarlos y darles la ayuda psicológica que nececitaban.

Kolo parecía ser un niño lleno de energía, tenía muchos problemas de concentración y bastantes dificultades para aprender, sin embargo lo apoyaron con tutores, aprendía a un ritmo muy lento pero aprendía al final del día, era muy nervioso y solía tener tics y contracciones musculares pero tomaba relajantes naturales que de echo le surtian bastante bien el efecto.

Killer por su lado era mucho más callado y de personalidad calmada. Aunque tenía muchas conductas muy extrañas para un niño tan pequeño no era malo en la escuela ni nada del estilo, llegaron a meterse con el por su actitud pero nunca realmente pensó en defenderse, prefería restarle importancia.

El nunca realmente demostró problemas hasta dentro de un año en donde su apetito empezó a verse afectado por arranques de impulsividad en donde solía comer varias cosas no aptas para el consumo. Empezó con tiza, hojas y crayones, siguió con cabello y arena hasta que sus salidas al bosque con su hermano terminaba llevándose a casa animales muertos como ardillas y pájaros y comenzando a darles mordidas y chupones, por ende El amenudo se enfermaba bastante mal hasta que su madre adoptiva lo descubrió esa vez.

A esa corta edad le diagnosticaron ¹ Trastorno de Pica, por lo general la impulsividad de aquellos actos venía con un sentimiento muy difícil de describir para un niño de tal edad...

Un sentimiento de pánico y desespero en donde tu cabeza se nubla solo de pensamientos erráticos convulsivos y tu capacidad de usar la razón se reduce considerablemente hasta que tus decisiones están completamente dominadas por tu mente en un estado de explosión extremo.

Recordaba estar mareado y ver cosas como destellos y luces...escuchar voces y sentirse muy extraño durante aquellos episodios...solían durarle desde un día hasta semanas...generalmente mientras sus padres trabajan hasta que como ya dije, un día fue descubierto.

Así que cuando ya tuvo la edad para describir estos brotes que de la nada lo afixiaban, a los 13 años su psiquiatra lo diagnosticó con ²Transtorno Psicótico Breve. Lo que explicaba perfectamente sus brotes de psicosis y episodios psicóticos

El tubo suerte al poder tener acceso a apoyo psiquiátrico a decir verdad, por mucho tiempo pudo contenerse y vivir una vida normal dentro de lo que cabía, tomando medicamento hasta que un día...

—Rúben...—aquel hombre llamaba a su hijo mientras el hermano de este estaba sentado en el sofá moviendo sus piernas esperando a que el otro bajara —Vamos a ir al estanque a darle comida a los patos, supe que la otra vez te pusiste triste de que sólo salgamos yo y Kolo pero es que...no se que cosas te gusta hacer a ti...— dijo eso en un tono tranquilo pero alto para que se le pudiera escuchar tras la puerta después de tocar un par de veces —Asi que esta vez vamos a llevarte, y kolo esta emocionado porque vengas con nosotros así que...vienes?— no hubo ningún tipo de respuesta del otro lado de la puerta —Hijo?—