Destined [Christopher Morgan]

Cap 43

—¿Dónde está mi nieto?—Alex entra a la sala y sonrío cuando sus ojos se fijan en el pequeño que juega con sus juguetes en el piso

Los ojos de Alex se llenan de lágrimas, y mi corazón se enternece cuando toma la mano de Sara, apretándola mientras mira a Christian como si no pudiera creerlo

—Es tan hermoso—dice Sara con lágrimas en sus ojos y sonrío aún más

—Christian—lo llamo y de inmediato fija sus ojos en mi, lo tomo levantándome y beso su mejilla antes de asentir en dirección a Miranda, que deja entrar a Zeus haciendo chillar a mi hijo

No le habíamos mostrado a Zeus ya que Christopher lo había mandado a una especie de Spa para perros, y luego, con la llegada de Christian, esperamos a que le hicieran los exámenes al perro para asegurarnos de que podía acercarse al bebé.

»Oye, hola—acaricio la cabeza de Zeus, que apoya sus patas en mi abdomen y olfatea a Christian antes de apoyar su cabeza en mi abdomen sin dejar de mirar al pequeño—. ¿Te gusta?—río antes de tomar la mano de Christian y acercarla a la cabeza de Zeus, notando como los ojos de mi hijo brillan con fascinación

Zeus lo mira fijamente, dócil y sin moverse mientras mi hijo acaricia el suave pelaje del lobo siberiano. «Creo que van a llevarse bien»

—Voy a regalarle uno cuando esté más grande—dice Alex acercándose con Sara detrás les doy a ambos una pequeña sonrisa—. ¿Puedo cargarlo?

Asiento entregándole al pequeño y Christian empieza a llorar de inmediato, por lo que Alex intenta calmarlo pero es en vano. «Christopher y yo nos hemos dado cuenta de que no se calma si no es con alguno de nosotros»

Chris entra a la sala y sus ojos se fijan en sus padres antes de acercarse y tomar a nuestro hijo en sus brazos comenzando a mecerlo.

—Buen chico—le murmura y golpeo su brazo haciéndolo reír mientras tomamos asiento con Zeus a nuestros pies

Sé que se refiere al hecho de que haya llorado cuando Alex lo tomó.

—¿Cómo están con todo esto?—pregunta Sara cuando ellos también toman asiento—. No me imagino lo difícil que debió ser perder a un hijo para luego recuperarlo.

—Es complicado—suspiro cuando el llanto de Christian se calma—. Fue... shockeante, ambos estábamos asombrados y a la vez fue lo mejor que nos pudo pasar

—Lo imagino—Alex sonríe al ver a Christopher acariciando la espalda de nuestro hijo—. Y es rubio—me mira y río—. Rompiste la tradición, felicidades.

—Si, es el pequeño rubio de mamá—me inclino a besar su cabecita y sonrío enamorada al verlo tan tranquilo con su chupete en la boca—. Han sido días caóticos, sobretodo con la mudanza, pero estamos bien.

Christopher y yo nos adaptamos bien apoyándonos mutuamente en cada aspecto de la crianza de nuestro hijo. «Cada momento que pasa me hace sentir más segura de que es el padre perfecto»

—Señora—Miranda entra a la sala y nos ofrece una sonrisa de disculpas—, sus padres están en la entrada, quieren verla.

No he visto a mis padres desde que mamá volvió a casa luego de aquella discusión en el hospital. No estoy del mejor humor y el hecho de que ella haya sido parte de lo que le pasó a mi hijo me hace dudar sobre si verdaderamente los quiero en su vida.

«Son tus padres, Kiara, son los abuelos de tu hijo y no van a hacerle daño»

Respiro profundo antes de asentir.

—Dile a Mohamed que los deje pasar, no hay problema—asiento y ella se disculpa antes de retirarse. Miro a Christopher—. No sabía que vendrían, ¿tú si?