Era una tarde normal para aquella pareja. El mayor, como siempre jugaba videojuegos en su sala mientras el menor se la pasaba viendo su placard pensando que podría ponerse al día siguiente. Mientras Rodrigo intentaba alcanzar una sudadera azul sintió unas manos agarrándole de las caderas y alzándolo para arriba, Rodrigo atrapó la sudadera que quería e Iván lo dejo caer. Mientras dejaba un corto beso en la mejilla de este. Rodrigo no era necio, conocía a su novio desde hacía varios años y sabía que él no era nada cariñoso, sabía que este quería algo, entonces preguntó.
—Gracias, Ivi...¿Que querés?— soltó mientras Iván solo hacia una pequeña sonrisa.
— Sé que hace poco que estamos juntos y ...— hizo una pequeña pausa mientras colocaba sus brazos en la cintura del menor— he pensado que podríamos contarle a Tomás sobre lo nuestro, ya que él lo entendería y...— Rodrigo solo asintió y en tanto besó los labios de este.
— ¿Cuando puede venir?
—Hoy mismo, amor.
Esa palabra que tanto buscaba Rodri en los labios de Iván por fin salió haciendo que este se enrojeciera al punto de parecer un tomate maduro.
La noche llegó velozmente, la pareja se pasó lo que quedaba de tarde limpiando el apartamento que compartían e Iván se fue a comprar algo de comida para preparar aquella noche, él estaba un poco nervioso porque aunque llevaran el escaso tiempo de un mes de relación no se lo habían contado a nadie por el temor de como se lo tomaría su público. Pero no sólo compro comida, también compro rosas azules, esas rosas que tanto le gustaban a su niño, esas que le regaló cuando fue a decirle si queria ser su pareja, esas que solo significaban una cosa para ellos y esa cosa era Amor. Este llegó a la casa dejando la comida en el refrigerador y diciéndole a este que no saliera de la habitación y aquel le hizo caso. Tapó los ojos del enano con una tela y se arrodilló ante él con el ramo en mano.
— Ya podés mirar— habló mientras observaba a Rodrigo soltándose la tela de la cabeza. Rodrigo comenzó a llorar, el sabia que Iván no era muy cariñoso y muy poco romántico y eso le hizo demasiado feliz. Rodrigo solo le extendió la mano para que se levantará y se tiró encima de este abrazándolo como si fuera un Koala.
El timbre de la puerta de entrada sonó dejando a estos dos enrojecidos y abrazados. Iván solo miro a Rodrigo y este bajó. Se acercó a la puerta y la abrió.
—¿Que ondaa amigos?— dijo extendiendo la a de onda, este era un gran amigo de la pareja y siempre se la pasaban bien juntos.
—Bien ¿y vos?—dijo mientras lo abrazaba.
—Dejalo entrar pelotudo que hace frio.
Estos entraron y se sentaron en el sofá a hablar un poco sobre el invitado, salieron conversación como "¿Cómo va por Andorra?" O "menudo temon tu nueva canción con Miranda" Hasta que la comida estuvo lista y Rodrigo salió de la cocina chillando.
—¡AMOOOR! ayúdame un segundo.— esto hizo que Iván se levantará sonrojándose por si Tomás de habría dado cuenta pero este no se extrañó para nada ya que siempre se trataban así.
La comida la sacarón y comieron . Rodrigo comenzó a hablar.
—Bueno Tomi, queríamos hablar con vos y es que Ivi y yo estamos saliendo.—dijo y le agarró la mano al nombrado ya que lo notaba nervioso.
—Amigoo, felicidades, me alegro un montón wacho.—dijo haciendo una sonrisa de lado a lado.— pero ¿saben que los gays tenemos radar gay,no? Se les re notaba jajah. Estos solo rieron y más tarde Tomás se fue y la pareja recogió.
—Ves amor, no era para tanto—dijo el menor mientras se colocaba el pijama. El contrario solo asintió tirándose en la cama. El menor a los minutos hizo lo mismo y el mayor solo reposó sus labios en la cabeza de este y el solo le abrazo de la cintura.
Quedándose como la imagen de abajo
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
