Cama

517 95 72
                                    

Las cursivas son cuando hablan en español.


-------------------------------------------------------------------------------------------------------------


Esa mañana de otoño era cálida, lo suficiente para incomodar al universitario que se removió un poco en la cama. Sentía que comenzaba a sofocarse por el calor en su espalda al estar pegada al pecho de otra persona, asumió que se trataba de su imaginación y lo que estaba detrás suya era una almohada o sus sanabas desordenadas, pero un brazo rodeando su cintura, así como una respiración contra su nuca le hizo abrir los ojos de golpe. Frente a él se encontraba un alto moreno durmiendo cerca de su cuerpo, pero no lo suficiente como para tocarlo, bajo la mirada a su cuerpo notando el brazo que le rodeaba perteneciente a quien estaba detrás suyo. Intentó alejarse, pero obtuvo una queja en balbuceo mientras le apretaba más contra su cuerpo.


― No te vayas. ─ Dijo aún dormido el menor de los O'Hara escondiendo su rostro en el que pensaba era el cuello de su hermano, quien del otro lado de la cama le respondió mientras pasaba su brazo por encima del castaño al creer se trataba de su hermano.


No era extraño para ellos abrazarse al dormir de vez en cuando, desde niños tuvieron que compartir habitación y el menor solía tener pesadillas por lo que se aferraba a Miguel antes de quedarse dormido y este solamente correspondía el abrazo o dejaba su mano sobre él para que supiera que estaba ahí hasta que se dormía.


Peter comenzaba a entrar en pánico al estar atrapado en aquel par de sujetos que eran más altos y grandes que él, así como estaba siendo abrazado por los desconocidos. Intentaba recordar si bebió algo esa noche, si acaso quien le vendió las flores y luego le hizo el favor de dejarle quedarse en su casa esa noche no le había drogado o algo similar, pero sabía que nada había pasado, se había quedado dormido después de llorar un poco más. No sabía si quedarse inmóvil hasta que ese par despertara o si debía decir algo, quizá solo despertar a uno de ellos y así poder alejarse del otro.


Lo meditó un poco, creyendo que lo mejor sería despertar a quien tenía en frente que solo mantenía su brazo sobre él, no como quien estaba detrás suyo que le rodeaba por completo y hasta subía una de sus piernas sobre las suyas. Dio algunas palmaditas sobre la mano de Miguel quien solo frunció el ceño sin abrir los ojos. Subió su mano para mover el hombro de quien se negaba a despertar.


No estés chingando. ─ Se quejó antes alejar su mano del cuerpo del castaño subiéndola tanteando hasta llegar a su cabello tirando con algo de fuerza de este. Fue entonces que Parker se quejó y alertó a ambos que no reconocían esa voz. Los hermanos abrieron los ojos notando al intruso, se bajaron a prisa de la cama poniéndose en guardia contra el que solo sobaba su cabeza por el dolor de aquel tirón de cabello.


― ¿Cómo entraste aquí? ─ Cuestionó Gabriel mientras tomaba un gancho de ropa apuntándolo contra el que fruncía el ceño al intentar enfocar a quien le hablaba. Sin sus gafas no podría distinguirlos entre ellos a esa distancia.


― Él me dejó entrar. ─ Señaló hacía la otra mancha borrosa, recordaba la voz del florista que le ayudó esa noche así que, aunque no pudiera ver a quien le interrogaba sabía que no era el mayor.


― ¿Crees que soy estúpido? Miguel jamás traería a alguien aquí.


Blue HyacinthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora