Bar

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Se sintió excluido rápidamente por el par de hermanos que charlaban combinando el español y el inglés, a Peter no le molestaba aquello, estaba bastante acostumbrado a que le ignoraran, mantuvo su atención en su desayuno, aquel rico y basto desayuno que hace mucho tiempo no podía darse el lujo de tener. Con suerte conseguía un cereal, una taza de café o solo el sándwich que comía hasta la hora del almuerzo, no le iba tan mal, pero ser independiente no era fácil, pagar los servicios y la renta eran un gran gasto mes con mes, también el transporte, los libros que tenía que conseguir de segunda mano para su carrera y enviarle algo a la tía May, que aunque siempre le decía que no era necesario él seguía y seguiría enviando.


Terminó sus panqueques y siguió con la fruta no pudiendo evitar hacer algunos ruiditos de puro gozo. Hace mucho tiempo que no comía nada que no fuera procesado y barato. Terminando la fruta alzó la mirada notando como el par de hermanos había dejado de hablar para mirarlo.


― ¿Pasa algo? ─ Preguntó nervioso.


― Claro que no, ¿Quieres un poco más? ─ Se aventuró a preguntar el hermano menor mientras le pasaba su plazo con fruta, Peter dudó, pero terminó por aceptarlo para comenzar a comerlo.


― Gracias.


Tienes razón. ─ Se dirigió a Miguel que retomó el desayunar poniendo atención a su hermano. ― Es como un cachorrito, ¿Nos lo podemos quedar?


― Deja esa mierda, aunque lo parezca no es un perro. ─ Tomó un bocado de sus panqueques antes de mirar al castaño. ― Además no tiene donde dormir.


― Que duerma con nosotros. ─ Alzó ambas cejas hacía su hermano. ― A menos que lo quieras solo para ti. ─ Bromeó recibiendo un golpe de Miguel que se levantaba al quitar sus panqueques y caminó hasta el castaño para dejarle su fruta también quien la recibió gustoso.


Miguel miró la hora un tanto fastidiado, su rutina se había alterado, pero no podía molestarse del todo ya que desayunó, pasó tiempo con su hermano y tener cerca al castaño no fue desagradable. Ya había bajado al primer piso para comenzar a abrir la florería escuchando como su hermano y Peter charlaban mientras bajaban por la escalera.


― Muchas gracias por todo. ─ Dijo Peter mientras se acercaba al más alto.


― No fue nada. ─ Le siguió con la mirada mientras abandonaba la florería y tras irse aquel intruso supuso que todo volvería a la normalidad.



Parker caminaba con calma hacía la universidad, tenía mucho tiempo, demasiado tiempo y no sabría qué haría con eso. Faltaban horas para su primera clase, pero no podía quedarse más tiempo en la florería y sería un gasto el ir y venir de su hogar. Optó por ir a la biblioteca para estudiar un poco y hacer la tarea que dejó de lado aquella noche. Hizo una leve mueca al sentir una punzada de dolor en pecho al recordar ver a la pelirroja con otro sujeto. Se quitó las gafas para limpiar las lágrimas que se asomaban en sus ojos y tomó aire para calmarse mientras se sentaba dentro de la biblioteca sacando sus apuntes.


Lo positivo de todo aquello era que llegaría sin problema a todas sus clases o al menos así habría sido de no ser porque se quedó dormido sobre la tarea que se supone estaba haciendo. Para cuando despertó y quiso ver la hora en su celular se dio cuenta que estaba completamente descargado. Se quejó bajo mientras salía a prisa del lugar preguntando la hora enterándose que no solo había perdido las primeras clases, sino que también el almuerzo.

Blue HyacinthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora