Bakugo Katsuki lidia con una serie de homicidios y suicidios que únicamente tienen una única conexión que parece intocable.
Uraraka Ochako solo esta tranquila disfrutando de ver al nuevo pegarse en la trampa como una mosca en una telaraña, su telar...
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Bakugo ya tenía múltiples fotografías de Uraraka hablando con víctimas de casos que, por alguna razón, quedaron desestimados o si llegaban a tribunal, la justicia fallaba a favor de la mujer.
1) Neito Monoma, encontrado desmembrado en una maleta en medio del bosque después de estar más de tres meses desaparecido. No había huellas en el cadáver.
2) Hiryu Rin, presunto suicidio, supone homicidio por los golpes que se encontraron con relación de tiempo al ahorcamiento en su abdomen y su espalda, junto a un rastro de ADN aún desconocido.
3) Yui Kodai, encontrada muerta en el baño de un antro por una herida de bala directamente en medio de la frente.
4) Setsuna Togake, su cuerpo se encontró tirado en un contenedor de basura con la misma ropa que utilizó la última vez que vió a la castaña. Los padres de la mujer demandaron a Uraraka, aunque el caso se desestimó por faltas de pruebas.
5) Toya Todoroki, encontrado incinerado dentro de una habitación de plomo en su propia casa.
6) Himiko Toga, encontrada en un motel desangrada. El estado demando a Uraraka y la llevo a juicio ya que se encontró su ADN entre la sangre de la mujer, aún era desconocida la razón por la que el juez decidió que la castaña era inocente.
7) Hitoshi Shinso, quien apareció sin vida, la autopista reveló que había sido gracias a un exceso de sustancias, sin embargo, había detalles que no le pasaron por alto al detective del caso.
¿Por qué el hombre no tenia historial en drogas?
¿Cómo llegó al medio de un callejón en un estado donde seguramente ni podría caminar?
¿Por qué sus análisis no eran como las de un adicto continúo?
Katsuki comenzó con Shinso, sin embargo, mientras más buscaba, más encontraba.
Lo que peor le caía era que todo giraba alrededor de una sola persona, Ochako Uraraka. La sospechosa principal, sin embargo, aún no encontraba nada más allá de hipótesis y suposiciones.
- Oye Bakugo, pude meterme a su sistema de audio en el departamento, creo que hay algo que te va a gustar, ocurrió hace menos de media hora.
El ceniza miró levantando la ceja, impresionado por primera vez con aquel enano.
- ¿Qué mierda tienes?
- Te envié el archivo de audio a tu número, usa auriculares y agradece luego.
Bakugo rodó los ojos mientras se colocaba sus auriculares inalambricos, el enano de Mineta finalmente podía servir de algo.
Busco entre sus mensajes cuando finalmente entró el archivo de audio y lo reprodujo.
