🌼35. Howl J.

561 46 0
                                    

Personaje: Jenkins Howl.
Anime/Película: El Castillo Ambulante/  El increíble Castillo vagabundo/  El Castillo Ambulante de Howl.

Anime/Película: El Castillo Ambulante/  El increíble Castillo vagabundo/  El Castillo Ambulante de Howl

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narradora

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narradora.

_____  y Howl se conocían desde temprana edad, jugaban e iban a su lugar secreto y seguro. El Prado.

Siendo jóvenes, se enamoraron. Su amor siempre fue puro y hermoso.

Pero no toda magia es buena ni pura, también existe la magia negra, rencorosa, engañosa, celosa de la buena.

Una bruja envidiada por el amor y la felicidad lanzó un hechizo para separar a la joven pareja.

—No quieres ser mío ¡Entonces quiero tu corazón!  —dice literalmente.

Finalmente consiguió arrebatarle el corazón que tanto quería y no podría tener, creando un demonio receloso de fuego. Calcifer.

Aún así, pasaron los años y la pareja seguía juntos, creando y vendiendo pociones o lo que necesitara las personas de cada pueblo.

En tus tiempos libres vendías tus tan aclamados como amados postres de nuez. Cada mañana cocinabas con todo el amor y para ayudar en el hogar con algo de monedas.

—¿Podría pedir uno para mañana señorita _____? —pregunta un niño mirando a su madre y luego a ti.

—Por supuesto, mañana a primera ahora lo tendré listo para ti. —Sonríes maternalmente.

—¡Gracias!  —dice con alegría el pequeño caminado junto a su mamá

Sonríes y entras a la casa, cuando subes los últimos escalones notas como Howl estaba de espaldas a ti, pero se da la vuelta al notar tu mirada.

Dejando en evidencia sus migajas en sus mejillas y resto de leche condensada en sus labios, preparada caseramente por ti. Solo te observó y se lamió los labios lentamente como si eso fuera a sacar la evidencia.

—¡Howl! No te comas esos postres, eran para el té y después de la cena amor  —lo regañas.

—¡Pero cariño! los vi ahí, solos y Calcifer me dijo que... —Busca una escusa, aunque no muy buena.

—No culpes a Calcifer, el no puede mentir amor —ries suave —pero podríamos empezar por el postre en vez de la comida —murmuras insinuante, posando una mano en su traje.

—Entonces ¿Puedo? Si quieres te comparto  —dice sonriendo inocente, tendiendo el postre en tus labios, sin dudarlo le das una mordida sin dejar de ver sus ojos.

—Sin duda una delicia.

—Lo hizo mi esposa ¿Qué mejor que eso?

A veces ayudabas a tu marido con los hechizos, pociones, ayudando a agendar pedidos.

Construyeron así su hogar, no tenía una buena apariencia por fuera pero era muy acogedor por dentro. Sobre todo eras muy agradecida con tu amado y el también por quedarte a formar su "mundo".

Solo eran ustedes dos y Calcifer junto al hogar que Howl construyó para ti.

Al ser una gran y reconocida hechicera, pasabas mucho tiempo fuera, días o meses, eras reconocida por tu amabilidad como por  maldad cuando se meten donde no les conviene, cuando le pasa algo a tu esposo o cuando se requería usarla. Un alma muy vengativa.

Eras requerida tanto el el mundo mágico como mortales en busca de resolver sus vidas a cambio de propina legal.

—¿Enserio? Amor quédate unos días

—Howl es parte de nuestro trabajo —Le acaricias la mejilla.

—Entiendo... Solo

—También te extrañare, al gran hechicero Howl —murmuras con suficiencia —pero también extrañare a mi esposo al hombre que me enseñó amar —susurras dándole un beso en esos tonos labios.

—Vuelve pronto _____, no me hagas ir a buscarte eh —habla tratando de sonreír.

No le gustaba cuando te ibas, le gustaba tu compañía, por ti aparentaba que estaba bien solo por unos días, luego se la pasaba deprimido, charlando con Calcifer para pasar el tiempo, atendiendo a sus fieles clientes de toda las ciudades.

El castillo por dentro era un chiquero, su habitación adornada hasta no tener espacio para sentirte y no estar muy solo.

Howl se encontraba recargado en su silla, sin ganas de nada, viendo si triste plato con huevo, un pan duro y una tasa de té.

—Regrese —susurras en su oído, sobresaltandolo al no sentirte entrar —¿Hay un poco para mí?  —sonríes, esa sonrisa que a Howl hiciera no soltarte.

—¡______! ¡Te extrañe amor!

Se levanta para darte una fuerte bienvenida con sus brazos en tu cuerpo y sus dulces labios en los tuyos.

—Al parecer no te has alimentado bien —lo regañas.

—Yo le dije, solo que no hace caso a este pobre demonio.

Miras a tu alrededor y suspiras al ver todo la mugre acumulada, acostumbrada a verlo así cuando te extrañaba demasiado —Tendremos que ordenar cariño ¿Empezamos ahora?

—Después... Quiero recuperar el tiempo sin mi esposa. —Te besa dulcemente.










𝑂𝑛𝑒 𝑆ℎ𝑜𝑡 •𝑅𝑎𝑛𝑑𝑜𝑚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora