19- No podemos ir al infierno, si ya estamos en el.

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 De vuelta al presente. Tobe observo la luna por la ventana abierta de la chica, su cabello y ropa se movían suavemente por el viento, iluminado tenuemente, por la delicada luz azulosa, de esa apacible noche. Sus pensamientos se hallaban inmersos en todo lo que había hecho en el pasado, para llegar hasta donde estaba en este precisó momento. Volteó al interior de la habitación y atrapo a la azabache observándolo.

Su rostro se mostró maravillado por aquella imagen, de ese hombre, imponente, tan calmado y sereno, bajo aquella luz natural. Sus facciones se remarcaban y lo hacían ver un ser lleno de incógnitas y de un poder incalculable, realmente maravilloso.El sonrió, al conectar sus zafiros azules, con los luceros castaños de la chica. —me hubiera encantado, que te quedaras dormida con un cuento tan aburrido.

—para mí no es aburrido, de hecho— pensó lo que diría a continuación, intentando imaginarse cada escena y paisaje narrado con anterioridad —¡es muy emocionante! ¡Por favor, continúa, quiero saber qué sucedió después!— la fascinación se instaló en su semblante, lleno de una emoción genuina.

—pero si no he llegado a las mejores partes, la batalla y lo que hicimos después.

—con imaginar cada lugar, es una emoción nueva en mí. Y tu historia es mucho mejor que la de los viajeros que llegan al restaurante, narrando de animales gigantescos como montañas en el fondo del mar. O los diferentes palacios y reinos que se extienden por el sur, así como sus vestimentas y hasta lenguajes diferentes— al anotar esto, se mostró aún más emocionada —así estoy conociendo el mundo a mi alrededor, desde la seguridad de la aldea. ¡Eso es algo bueno! ¿No? ¡No me expongo a ningún peligro, a diferencia tuya o de los ninjas, yo disfruto de imaginación activa!— sonrió.

—no negaré que es un gran punto a favor, pero tampoco es bueno hacerte ideas equivocadas de las cosas que no conoces, cada persona percibe de diferentes maneras su entorno y a la gente. Por ejemplo, tú adoras la aldea y a cada uno de sus habitantes, a diferencia de mí. Hay un grupo de personas que me caen mal y eso no modifica tu propia manera de verlos. 

—a mí me cae mal Ring-Ring, en muchas ocasiones presume que su padre es un ministro importante, pero ¿por qué no he conocido nunca a sus padres?, y sobre todo ¿si su papá es un ministro y se encuentra actualmente en la capital?, ¿por qué no está viviendo con él?— Pucca tallo un poco sus ojos, por forzarlos a escribir tan tarde por la noche, abajo la tenue luz de la lámpara.

Tobe leyó la extensa nota, negó con su cabeza y sonrió —no lo sé, son muy buenas preguntas. Pero el punto no es ese, el punto de esta conversación, es que no solo puedes depender de tu imaginación, a menudo, hay que ver con los ojos más que abiertos y no dejárselo todo a la imaginación. Sinceramente, espero que entiendas de lo que te estoy hablando— sonrió por la negación repetida en la cabeza de la chica. 

Él permaneció en silencio, observando aquel horizonte obscuro, tenía tiempo sin sentirse tan relajado, todo gracias a la compañía de la azabache, su corazón sentía salir desbocado de su pecho, una verdad tan inherente que le calaba hasta lo más profundo del alma. Amaba tanto a esa mujer a su espalada, que estaba consciente en dar su vida, solo por protegerla y mantenerla a salvo; Pero a pesar de los años, aún le temía a la muerte, no deseaba provocar que ella lo amara con toda su dulzura, para después morir y no poder sostener más su mano. Había entrenado su cuerpo, mente y alma, para poder tener la certeza de no morir tan prontamente.

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⏰ Última actualización: Aug 18, 2023 ⏰

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El loto y el dragón. (tobecca)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora