El despertar de los mundos (Acabado)

7. Mortal Kombat

By Camila

Miro a Daiani buscando ayuda pero esta está tan perdida como yo, si les contamos la verdad, a parte de seguir enfadadas, van a creer que estamos locas, las miradas insistentes de Lisa y Jackie acaban haciendo que me rinda y les narre todo lo sucedido temiendo que nos manden de cabeza a un psiquiátrico, las chicas al acabar nuestra increíble narración de la noche de ayer nos observan como si tuviéramos una antena en la cabeza. Pero después de contarles toda la historia y alguna que otra aportación de Daiani a esta, Lisa por fin abre la boca.

- ¿Me estás diciendo que, mágicamente, aparecisteis en vuestra casa y hoy a la mañana alguien ha dejado un misterioso libro en tú taquilla? - Daiani asiente.

- ¿Se puede saber que os habéis fumado hoy? - Chilla Lisa.

Daiani saca el libro de tapas rojas que se había guardado en la mochila y las chicas lo miran incrédulas cuando este empieza a abrirse solo y se para en una página con una estrella de doce puntas y algo escrito en un idioma, que desconocemos. Estamos todas con la boca abierta, pero antes de poder articular palabra, los chicos nuevos entran y se siente como si estuvieran por una pasarela, porque toda la cafetería se les queda mirando. Charlotte se apresura y le hace una seña para que se siente con ella, Arioch coge el asiento al lado de esta y, de seguido, junto a este, se pone Lilith, cómo no, a un engreído como él le gustan las chicas descerebradas como Charlotte, pongo los ojos en blanco y veo como el chico de cabello de oro y Chloe se dirigen a nuestra mesa.

- Hola angelitos míos, ¿Puedo sentarme con vosotras? - Estoy a punto de contestarle al chico de oro, cuando de repente siento un golpe seco en el suelo.

Cameron le ha tirado la bandeja al suelo a Arioch y ahora una multitud de gente los rodea. El chico sin mediar palabra se sienta a nuestro lado como un cotilla, ya me gusta.

- ¡Aléjate de mi novio! - Charlotte está sujeta del brazo de Arioch, como si fuera una garrapata y lo atrae hacia a si.

Arioch ni se inmuta, se hace a un lado y se dirige a su asiento, al ver el pasotismo de él Cam se abalanza sobre su cuerpo desprevenido con todas sus fuerzas, pero el nuevo lo esquiva con facilidad y provoca que se caiga de culo, no tardan en aparecer las risas de todos los presentes. Estamos todas alucinando, esto parece una película de acción de bajo presupuesto, sigo esperando a que entre volando por la ventana Dominic Toretto en su Dodge SuperCharger.

- ¡Yo te mato! - Chilla Cam, este vuelve a cargar con furia contra el, pero Arioch es más rápido y lo propina una patada digna de Kárate en las costillas, cae al suelo del dolor y puedo ver como Lilith ríe divertida.

- Amor, ¡Por favor, déjalo ya! - Le suplica Charlotte, es una pena que me haya dejado las palomitas en casa esta mañana.

- ¿Esto es así siempre? - Murmura Matheo, negamos divertidas al ver la emoción en su rostro, este chico cuadraría bien en nuestro grupo.

Este se levanta nuevamente y vuelve a la carga, después de esquivar una serie incontable de golpes, le propina la mayor paliza que jamás he presenciado, este chico domina las peleas a la perfección. Una vez con Cameron en el suelo y sus amigos levantándolo tras una clara derrota, este se dirige a Lilith y le hace una seña para marcharse.

- ¿A dónde vas bombón? ¿Te vas a ir con esa zorra y dejarme aquí sola? - Grave error el pronunciar esas palabras porque lo último que presenciamos todos los presentes es como Lilith le mete un puñetazo en la nariz y la deja en el suelo, sangrando a borbotones.

- A mi me gusta sacar la basura rápido, no ando con tanto vacile como tú. - Le espeta a su compañero.

Antes de salir de la cafetería pasan por nuestro lado, este me sonríe triunfante y me suelta.

- Hasta la próxima, rubita. - Lo odio, no tengo pruebas de ello, pero tampoco dudas, nos despedimos que nuestro posible futuro amigo y continuamos con la rutina, aunque quién puede después de tremendo show.

Pasan las horas de clase y nos dirigimos a mi casa, hemos quedado las cuatro para inspeccionar el libro y ver que clase de embrujo trae este consigo. Estamos todas sentadas en círculo sobre la alfombra de terciopelo de la habitación. Nadie abre la boca, en unos minutos que parecen eternos hasta que Jackie decide romper la tensión.

- ¿Qué se supone que debemos hacer ahora? - Ojalá saberlo, querida amiga.

- Lo suyo sería saber qué narices es este libro y en qué clase de juego macabro nos habéis metido. - Chilla Lisa, Daiani y yo nos miramos y suspiramos, en cierto modo ellas están haciendo todo esto por nosotras.

Pasamos toda la tarde, buscando información acerca de libros con tapa roja, maldiciones, embrujos, etc... después de dos horas de intensa y sofocante investigación, las chicas se van a casa, quedándonos, Daiani y yo solas con una pila de datos inmensa. Lo único que hemos conseguido es una amplia data sobre demonios y en qué consiste el satanismo y como abarca un número de creencias relacionadas y fenómenos sociales, las posturas de distintos espíritus que deberíamos temer, o al menos respetar, sus nombres también figuraban en el libro de Daiani, leímos sobre los espíritus superiores, con Lucifer como emperador y autoridad suprema, este grado máximo lo completaban Belcebú, el príncipe y Astaroth el Gran Duque, supremos dirigentes del mundo de las tinieblas; luego habían espíritus principales, que son seis, forman el mando militar y ejercen funciones meramente bélicas, cada uno con sus respectivos tríos de espíritus subordinados. El más poderoso entre ellos, Lucifer Lucero del Alba dirige a muchos otros millares de demonios, los más poderosos por la lista siendo Lilith, Arioch, Agares, Bael y, por último pero no menos importante, Nebirus.

- Un momento, estos no son los nombres de dos de los nuevos, - Leo asombrada. - ¿Acaso Arioch es un nombre satánico?

Me doy la vuelta para ver a Daiani, ya que lleva un buen rato callada, está pálida en el sitio, con los ojos fijos en el mismo punto, es cuando me fijo que en lo alto de nuestra cama, están sentados Lilith y Arioch y es ahí cuando gritamos al unísono.