05

132 13 1
                                    

Amanecer en cucharita, abrazado a YoonGi mientras delicados rayos de sol se asomaban por la ventana, o tener la cabeza de YoonGi apoyada en su pecho y sus brazos rodeando su torso, o solo tenerlo durmiendo a su lado, de frente, ser su rostro lo pr...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Amanecer en cucharita, abrazado a YoonGi mientras delicados rayos de sol se asomaban por la ventana, o tener la cabeza de YoonGi apoyada en su pecho y sus brazos rodeando su torso, o solo tenerlo durmiendo a su lado, de frente, ser su rostro lo primero que verá al abrir los ojos. Eran fantasías, porque en todos los años en que alguna vez durmió con YoonGi, nunca hubo algo parecido.

Lo primero que vio SeokJin al abrir sus ojos fueron las cortinas balanceándose lentas por el viento, la luz solar viéndose anaranjada todavía, quizás porque apenas estaba amaneciendo. También se dio cuenta que se encontraba en la orilla, a punto de caerse, acostado de lado y aferrado al colchón como si su yo dormido supiera que podría tener un accidente en cualquier momento. No se sorprendió por despertar así, no cuando sabía que había dormido con YoonGi, porque eso siempre sucedía. Se estiró primero antes de sentarse lentamente, bostezando en grande y rascando su cuello; sentía sus ojos arder, cerrándose por voluntad propia, la boca seca. Probablemente tenía el cabello hecho un desastre, mirando a todas direcciones posibles, y quizás también algún rastro de baba seca en su mentón junto a las marcas de tela impresas en su mejilla. Se quedó sentado un momento, con los ojos cerrados, escuchando el ruido del exterior; música lejana de sus vecinos, la familia de aves que había hecho un nido en su balcón cantando, los carros pasar uno por uno.

Una mañana como cualquier otra.

Cuando se alzó en sus dos pies estiró sus brazos, giró su torso y arqueó la espalda, escuchan sus huesos crujir. Después se dio vuelta para mirar a YoonGi acostado en su cama, acaparando todo con sus piernas y brazos estirados, la cara mirando al techo con la boca abierta dejando escuchar ronquidos bajitos. La camiseta que le había prestado para que durmiera se encontraba levantada, dejándole ver parte de su ombligo pálido. Las sábanas estaban enredadas en sus piernas, cubriendo apenas sus muslos que estaban a la vista a pesar del frío de noviembre. Por alguna razón, a YoonGi siempre le gustó sentir algo de frío porque después amaba acurrucarse.

Bostezando se estiró por la cama para tocarle una pierna, dando palmaditas con tal de despertarlo. — El restaurante abre a las diez — susurró, todavía sacudiéndolo pero sin obtener otra respuesta más que gruñidos —. Anda, levántate. Iré a preparar el desayuno, ¿está bien? Ven a comer antes de irte.

— Cinco minutos más — YoonGi se quejó todavía gruñendo, volteándose en la cama mientras se cubría entero con las sábanas.

SeokJin dejó de molestarlo, bostezando y rascando su estómago con la mano bajo su camiseta mientras salía de la habitación. — Estaré esperándote.

No recibió respuesta.

No recibió respuesta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
IN ; jinsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora