El Fantasma De Mi Pasado // JENLISA (G!P)

Capitulo 5 - El Castigo

Mi hija se queja una vez que menciono el tema del autobús escolar. A ella no le gusta la idea por alguna razón. Tal vez porque siempre la he llevado a la escuela desde el primer día. Nosotras, nuevamente estamos atrapadas en la intersección, esperando nuestro turno para salir de este horrendo tráfico. Si dije antes que odiaba el Lunes, ahora estoy empezando a creer que los Martes no son mejor. "Sí, he estado pensando en esto. Estoy planeando tomar un tren para ir al trabajo en lugar de conducir hasta allí". Ella respira hondo y suspira ruidosamente. Como toda una reina del drama que es. "Esto ¿Significa que tengo que levantarme más temprano?" "Sí". Ella gime y gruñe ante mi respuesta como si el mundo se hubiera vuelto completamente en su contra. Ella odia despertarse temprano por las mañanas. Solía ​​ser madrugadora, pero desde el año pasado, ha desarrollado un nuevo apego poco saludable a su cama. Despertarla se está convirtiendo en una nueva tarea para mí. Bueno, ella es mi hija después de todo. Todavía recuerdo cómo mi mamá me hacía bromas para sacarme de la cama. "¿Si tengo que dejarte primero?, todavía tenemos que empezar antes de todos modos, para que pueda tomar el tren a tiempo". 

La estoy mirando por el espejo retrovisor. "No importa si te llevo a la escuela o si vas en autobús, tendrás que levantarte más temprano, cariño. La estación de tren está más cerca de nuestra casa, es más práctico para ti ir con el autobús de enlace". "¿Qué pasa si los niños en el mismo autobús son malos? Marissa se molesta mucho con los chicos en el mismo autobús que ella". "¿Esos niños le han hecho algo a Marissa?" "Bueno, a menudo la molestan, como esconder sus cosas o tirar de su cabello". Arrugo la frente. "Hmm, ¿Marissa les ha contado esto a sus padres? ¿O tal vez le dijo al despachador de autobuses?" Ella se encoge de hombros. "No sé". "Ella debería. Dile que lo haga. Bueno, y no te preocupes, me aseguraré de que obtengas el mejor autobús lanzadera con el máximo control". Piso el acelerador una vez que el semáforo se pone verde. "Pero si otros niños en el mismo autobús intentan intimidarte, tu ya sabes qué hacer. ¿Recuerdas el verano pasado cuando peleaste con el chico de tu clase? Esto no es diferente". "Pero el director dijo que pelear no es bueno". Muerdo mi labio inferior, pensando en cómo responderle. "Verdadero. Y si puedes evitarlo, entonces es mejor mantenerse lejos de peleas. Pero si un chico te pega como la última vez, te permito que le devuelvas el golpe. Un chico nunca debe pegarle a una chica". Miro a mi hija que me escucha religiosamente. Yo agrego, "Nunca debemos golpear a nadie. 

Pero si nos atacan primero, está bien defendernos contraatacando. ¿Lo entiendes?" Ella asiente. "Sí". La escuela de mi hija finalmente aparece a la vista. Me detengo lentamente a pocos metros de la puerta. Cuando el auto se detiene por completo, giró la cabeza para verla salir de su asiento elevado. "Bueno, hablemos más sobre esto esta noche, ¿de acuerdo?" "¿Vas a llegar a tiempo a casa de la tía Jisoo esta noche?" "Sí, eso espero. Nos vemos esta noche, mamá". Se inclina para darme un beso antes de saltar del auto. "¡Disfruta de la escuela!" Sonriendo, la observó zigzaguear hacia la puerta de su escuela. Su largo cabello castaño ondulado baila en el aire cuando sopla el viento. Su pequeño torso está oculto detrás de su mochila roja con lunares negros lo que la hace ver como una pequeña petaquita andante. Ella nació bajo peso. Recuerdo cómo me culpé por eso, ya que creía que era por mi consumo de alcohol en mi primer trimestre de embarazo. Aunque no fue intencional y el médico no lo confirmó, la culpa se negó a abandonarme durante mucho tiempo. Me alegro de que esté empezando a ponerse al día con el tamaño promedio de los niños de su edad ahora. Ella gira la cabeza mientras sonríe y me saluda con la mano antes de desaparecer detrás de la puerta de hierro de la escuela. 

Una oleada instantánea de calor cubre mi corazón. Esa niña no tiene idea de lo que le está haciendo a su madre. Es el segundo día de trabajo, y espero que mis estrellas de la suerte sigan brillando en algún lugar arriba. Ayer por la noche, estaba segura de que perdería mi trabajo, pero aquí estoy ahora, lista para enfrentar mi próximo desafío en el trabajo. Tomó una respiración profunda y camino con confianza a mi oficina. "¡Buenos días Jennie!" Sebastián me saluda, un poco demasiado entusiasta, pero no es suficiente para ocultar el extraño brillo en sus ojos cuando me mira. Elegí un atuendo de trabajo más elegante hoy. Un vestido azul real ajustado con escote cuadrado y zapatos altos de punta, algo que nunca hice en mi trabajo anterior. Siempre recibí cumplidos cada vez que usaba este vestido y esa es la razón por la que lo estoy usando hoy, para deshacerme de la mala suerte durante mi primer día de reuniones con clientes. Pero no estoy segura de sí la mirada de Sebastián se está refiriendo a mi apariencia deslumbrante en este momento. Mi instinto dice que es otra cosa, pero lo dejo de lado. Una persona culpable tiende a volverse paranoica, ¿verdad? "Buenos días", respondo mientras miro las oficinas vacías junto a la mía.