Capítulo 49 - La Tormenta Se Acerca (M)

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A pesar de ser una empleada del mismo grupo, mudarse a la sede central da las mismas molestias que mudarse a una empresa totalmente diferente. Caras nuevas, nuevo espacio de trabajo, nuevos indicadores claves de rendimiento y nuevo estrés. Nunca antes había experimentado este cambio rápido en mi carrera y no estoy segura de cómo sentirme al respecto. Pero no tiene sentido reflexionar sobre ello ahora ya que el drama mayor requiere más atención. La charla que tuve con Diana el sábado pasado todavía pesa en mi cabeza. A pesar de mi determinación de hacer que mi relación con Lisa funcione, hay pensamientos molestos en un rincón de mi mente. ¿Cuánto tiempo pasará hasta que Diana regrese con toda su munición? ¿Qué está planeando ahora? ¿Qué necesito hacer para prepararme? Sólo espero que no arrastre a Ella a esto y cree tensión innecesaria. Sé que Diana cree que me está prestando su juguete para que pueda divertirme hasta que se me acabe el tiempo, pero se le olvida que ese juguete tiene un cerebro, corazón y libre albedrío. ¿Ha hablado con Lisa sobre esto? ¿Sabe ella lo que ella quiere? Por lo que entiendo desde su perspectiva y cómo ve Lisa las cosas son como el día y la noche. Me deja colgada en la zona gris cuando intento mezclarlos. Creo que es Lisa quien dice la verdad; Porque las acciones hablan más que mil palabras, de lo contrario, no quisiera llegar tan lejos con ella.



Pero necesita empezar a hablar con Diana sobre esta situación antes de que se ponga aún más fea de lo que ya es. Pero de nuevo, ¿qué quiero que le diga? ¿Volver a romper con ella cuando ni siquiera están en una relación en este momento? ¿O pedirle que deje de quererla? ¿Podemos incluso hacer eso cuando no se si todavía siente algo por ella? Después de que Bambam fuera a buscar a Diana al baño esa tarde, continuamos con el resto del plan de la fiesta. Lisa estaba tratando de prestarle toda su atención a Ella, pero sé que ella no estaba allí del todo y no hacía falta ser un genio para adivinar que era lo que la distraía. A mí tampoco me estaba yendo mejor, ya que la conversación con su ex todavía estaba fresca en mis venas. Sí, al hablar de un aguafiestas. Pasan los días y todavía no hay nada de Lisa sobre tener una charla con Diana. ¿Qué puedo decir? Ella no es una persona con mucho tiempo libre para solucionar el problema de su ex. Apenas encuentra tiempo para verme y tenemos que acortar nuestras conversaciones telefónicas por su horario y mi nuevo ritmo de trabajo simplemente no coinciden. Las llamadas rápidas y los mensajes dulces son la única evidencia de que realmente estamos juntas. No, no me quejo. Sé que esto es sólo temporal porque acordamos mantener nuestra relación en privado por ahora.



Una vez que tengamos la confianza suficiente para sacar esto a la luz, las cosas deberían ser más fáciles de manejar. Casi creo que Lisa empieza a olvidar su promesa de hablar con Diana. Estamos en la granja de Hugh para ver al pony recién nacido y dejar que Ella pase tiempo con su amiga de cuatro patas. "Hablé con ella," me dice Lisa cuando nos paramos detrás de la cerca de los caballos, observando a Ella montando a Charlotte y Hugh caminando a su lado. La miro asombrada de lo que acabo de escuchar. "¿Lo hiciste? ¿Cuándo?" "Esta mañana", responde mirando fijamente a la hoja que ha estado entre sus dedos antes de tirarla. "Diana estaba en el lobby de mi departamento cuando regresé de correr esta mañana." Por alguna razón, la inquietud se apodera de mi estómago. Diana fue a su departamento. ¿La dejó entrar? "¿Por qué quería verte?" "Quería hablar". "Oh. ¿Qué pasó entonces?" "Hablamos. Incluso me disculpé si la lastimé porque te besé esa noche. Pero fui muy clara que estoy contigo y ella dijo que entendía". Después de unos minutos Lisa no parece decir más, vuelvo la cabeza hacia ella. "¿Eso es todo?" Le preguntó y ella contesta; "Eso es todo" Lisa aparta su mirada para ver a Ella, que nos grita de alegría. Dirigiendo nuestra atención a nuestra hija, ambas la saludamos mientras seguimos viéndola aprender una nueva técnica para montar a Charlotte.



Una vez que Ella no mira en nuestra dirección Lisa toma mi mano y frota lentamente el dorso de mi palma con su pulgar. "¿Te quedarás conmigo esta noche?" Pregunta, "¿En tu departamento? ¿Qué pasa con nuestra hija? Jisoo, no está en casa y mis padres tienen una fiesta a la que asistir mañana". "Supongo que entonces me quedaré más tiempo después de cenar. ¿Puedo?" "Si, por supuesto". Sonrío mientras examino su rostro pálido y sus ojos apagados. Desde que ella apareció esta mañana, no ha hablado mucho. ¿Será por la charla que tuvo con Diana esta mañana? "Te ves cansada". "Sí", murmura. "Ha sido una semana intensa". "Me lo puedo imaginar". "Te necesito Nini", su mano aprieta la mía y le acarició la espalda mientras le digo que siempre voy a estar ahí para ella. Desde que hemos estado juntas, esta es la primera vez que veo a la necesitada y pegajosa Lisa. Necesitada de un contacto físico y cada oportunidad que tenía mientras nadie nos miraba Lisa aprovechaba para tocarme y darme besos. Casi estoy segura que Martha la cachó pasando su mano por mi cintura besando mi frente cuando estábamos en la cocina. Nosotras pensamos que estábamos solas, pero aparentemente Martha estaba dentro del almacén de alimentos en la cocina. Más tarde por la noche, después que Ella se fuera a dormir.



Nos acostamos desnudas en mi cama. Lisa no era la mujer dominante habitual que me llevaba al límite con emoción e intensidad. Esta vez ella me trató con adoración y delicadeza. Sus movimientos eran vacilantes y cuidadosos, lo único que le importaba era darme placer tras placer. "Lisa..." Gimo mientras me corro en su boca. Sus manos agarran mis caderas en su lugar mientras me lame llevándome a mi clímax. Luego subió para besar mi ombligo y apoya su cabeza en mi vientre, sus ojos verdes fijos en mi cara mientras trato de recuperar el aliento. "Eres tan hermosa cuando haces eso". "¿Hacer qué?" Preguntó con los ojos aun parcialmente cerrados, paso mis dedos por su cabello despeinado, todavía saboreando la felicidad restante de mi orgasmo. "Así, diciendo mi nombre mientras te estás corriendo". Me dice mientras su mano se arrastra hacia arriba y se detiene en mi pecho "mientras tus pezones sobresalen, completamente erectos", dice mientras me muerdo el labio inferior para reprimir mi gemido cuando ella pellizca suavemente mi pezón, tratando de estar lo más silenciosa posible para no despertar a nuestra hija que estaba dormida. "Quiero que te corras otra vez". "Entonces ponme tu máquina para hacer bebés", le respondo, ganándome una risa de ella.



"No, primero haré que te corras una vez más antes de hacerte el amor". "No podré caminar por la mañana". "Esa es la idea" me dice mientras frota suavemente un consolador sobre mi clítoris y gimo ante el contacto. "Ya me he corrido dos veces, pero mírate. Todavía estás palpitando fuerte con las bolas llenas de munición. Déjame ayudarte un poco". Me agacho para tocar su polla, pero ella detiene mi mano y Lisa estaba hablando en serio cuando me dijo que esta noche se trataba de mi porque cuarenta minutos más tarde, le estaba dando la bienvenida a mi cuarto orgasmo con su polla llenándome esta vez. Su empuje era lento y profundo, golpeando todos los puntos correctos dentro de mí. No tenemos prisa para alcanzar nuestro clímax, solo somos dos amantes que queremos convertirnos en una sola mientras saboreamos cada segundo de nuestro maravilloso viaje. Lisa presiona su frente contra la mía mientras acelera el paso, y su mirada penetrante me taladra a los ojos. Uniéndome a ella, envuelvo mis piernas alrededor de su cintura y mis brazos alrededor de su cuello, aferrándome a ella con todas mis fuerzas mientras su empuje se vuelve más audaz. No puedo pensar más.



El placer que me está dando me hace gemir más fuerte cada segundo, lo que la lleva a besarme la boca para silenciarme y mi cuerpo comienza a vibrar por el alucinante orgasmo. Mi mente se queda en blanco por un momento, pero mis manos siguen aferrándose a su cuello mientras ella termina en mí, dándome todo lo que tiene. Después de nuestro clímax, permanecemos en la misma posición por un minuto, nuestros cuerpos resbaladizos por el sudor y nuestros jugos mezclados. Saciado, realizado y completado es el momento que más aprecio durante el sexo con Lisa. Es cuando escucho las palabras deslizarse entre sus labios mientras su cálido aliento acaricia mi oído.


"Te amo, Jennie. No dejes que nadie te alejen de mí. Nunca olvides que te amo, por favor."




~*~

No me vayan a odiar por el final 🤟🏼

El Fantasma De Mi Pasado // JENLISA (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora