El Fantasma De Mi Pasado // JENLISA (G!P)

Capítulo 26 - El Beso

Sus labios son suaves, cálidos y tentadores, lo que me hace preguntarme por qué no hice esto antes. No estoy segura de sí se congela o me devuelve el beso en este momento, pero su suave gemido cuando mi lengua lame la costura de su labio inferior confirma que ella también lo está disfrutando. Lo siguiente que sé es que sus manos se deslizan alrededor de mi cintura y me atraen hacia ella mientras profundiza nuestro beso. Todas las dudas, las preguntas y la confusión que han estado dando vueltas en mi cabeza se disipan en el aire. Lo que me importa en este momento es nuestros labios saboreando ese dulce sabor y nuestras lenguas entrelazadas mientras nuestros cuerpos se presionan juntos. Las dos estamos a recostadas en el sofá Lisa sobre mí. Nos separamos del beso para recuperar el aliento, pero sus labios siguen cerniéndose sobre los míos. Con nuestras frentes apoyadas una contra la otra, su cálido aliento acaricia mi rostro mientras cierro los ojos, para saborear el momento. No quiero abrir los ojos porque tengo miedo de que esto no sea real, que mi mente intoxicada solo me esté jugando una mala pasada. Luego la siento sonreír contra mis labios antes de comenzar a besarme de una manera más apasionada. Una vez más, me derrito en sus brazos.

El timbre de la puerta suena desde el pasillo, incitándonos a alejarnos, y gimo internamente por la ausencia de su calor. "¿Estás esperando a alguien?" Lisa pregunta, medio gruñendo. "No, ¡oh! Si. Espera, ¡la pizza!" Me levanto abruptamente, pero mis piernas se tambalean, todavía temblando por el beso, y posiblemente por el alcohol. Casi me caigo si Lisa no me atrapa a tiempo. "Necesito encontrar mi cartera". "No, no te preocupes. Solo siéntate. Yo me hago cargo". Suavemente, me ayuda de vuelta al sofá antes de levantarse y caminar hacia la puerta principal. Mi corazón todavía late con fuerza contra mi pecho, mis labios hormiguean y mi mente está nublada por la intensidad del beso que acabamos de compartir. Me desplomo en el sofá y cierro los ojos mientras la escucho hablar con el repartidor de pizzas, pero no puedo captar ninguna palabra desde donde estoy sentada ahora. Entonces la puerta se cierra, seguida por el sonido de los pasos de Lisa resonando desde el pasillo. Es cuando la realidad cae sobre mí como un balde de agua fría. ¿Qué acabo de hacer? ¿Acabo de besarla? ¿Acabamos de besarnos cuando sé que ella tiene novia? Me cubro la cara con las manos y gimo. Acabo de seducir a la mujer de otra persona. La peor parte es que ella también es la madre de mi hija, alguien con quien no debería estar jugando esté juego imprudente. ¿Qué carajo hice? "No puedo encontrar los platos para la pizza en los cajones". Ella trae unas servilletas y la caja de la pizza hacía a mí.

No me atrevo a mirarla ahora mismo. Mis ojos están mirando fijamente a mi mesa de café mientras trato de sacar algunas palabras de mi cerebro. "¿No deberías volver a la cena de gala?" "Debería, sí. Pero no me siento bien dejándote así". Lisa se sienta a mi lado a una distancia respetable "deberíamos hablar de... Lo que acaba de pasar". "No... No sé en qué estaba pensando", digo, llevándome las manos a la cara. "Demonios, no sé lo que estoy pensando en este momento. ¡Mierda! Estoy demasiado ebria. No creo que debamos de hablar de esto. No significó nada, lo siento mucho". Lisa se inclina hacia adelante con las manos apretando sus rodillas y sus ojos en la pantalla del televisor. "No hay necesidad de hablar de esto. Verás, siempre meto la pata. No pienso antes de actuar y siempre me meto en problemas". "Ambas estuvimos mal, ¿No crees?" Lisa responde, pero puedo decir que su mente está en otra parte en este momento. "Lisa", miro hacia arriba y encuentro que sus ojos ya están en los míos. "Lo juro, lo último que quiero hacer es interponerme entre tú y Diana. Ya es bastante difícil para ustedes dos hacer un lugar para Ella, y ahora me equivoqué. Te hice una mujer infiel".

Nunca me he odiado como ahora. Se siente como si me estuviera ahogando en las capas de errores que sigo creando. Hace un par de meses, me prometí a mí misma que haría todo bien. Lo haría mejor, no volvería a mentir y lo pensaría todo detenidamente antes de actuar. ¿Y ahora?, ¿esto? "Deberías decirle a Diana sobre esto. Dile que yo te besé o te acorralé. Dile que es mi culpa. Me lo merezco", lo digo de un tirón y ya no me importa si tengo o hago algún sentido. "¿Qué quieres decir?" Lisa pregunta, con confusión escrita en su rostro. "No debería mentir sobre el beso, pero ¿debería mentir sobre devolverte el beso? ¿Cuál es entonces? ¿Debo mentir o no debo mentir?" Debe ser el alcohol lo que arruina mi cerebro. Me toma unos buenos treinta segundos comprender su punto. Yo jadeo. "¿Vas a decirle toda la verdad?" "No se. Tal vez". "¡Oh Dios!". Entierro mi cara en mis rodillas de nuevo con un gemido dramático. "Voy a hacer que ustedes dos peleen por mi estupidez". Lisa no responde, probablemente calculando qué tipo de problema le espera. "¿Me vas a decir por qué te fuiste de la fiesta?" No estaba preparada para un cambio repentino del tema, frunzo el ceño.