Capítulo 41

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Los ahora esposos llegaron a la recepción de su boda, aparte de los familiares también se encontraban los amigos más cercanos de la pareja, incluyendo a la querida prima de Penelope: Felicity y su esposo el señor Jones.

Colin al verlos sintió pánico, ya que aquel caballero era el mejor amigo del duque Williams, por lo que apretó el agarre que tenía en la cintura de Penelope.

- querida prima! -saludo Felicity -que gusto verte en este día, ves que yo te dije que si iba a pasar -le susurró lo último.

-tenias razón -acepto Pen sonriente.

- ha sabido algo del duque señor Jones -pregunto Colin tajante.

-si, aún se está recuperando del disparo que le hizo su hermano en la pierna, debo añadir que estoy de acuerdo con el actuar de ambos, pues las acciones del duque estuvieron fuera de lugar, pero si la pregunta es para saber las intenciones de mi amigo, debo decirle primero que nada que reprobé tales decisiones y segundo, el duque ya entendió que debe buscar esposa en otra parte. Dijo que apenas se recupere volverá a Escocia para esa tarea. -respondió Jones.

- bien -dijo Colin - si nos disculpan, debemos saludar a los otros invitados.

Le dieron tiempo de calidad a todos los presentes, Colin se había arrepentido de hacer la recepción en su casa porque no se podía escapar tan fácilmente de los invitados.

Pen había agradecido al cielo que los invitados solo eran personas cercanas a ellos, porque no quería encontrarse con personas indeseables como Cressida Cowper.

Bailo con Colin casi todos los bailes, Pen tomo una copa de vino, pero se le fue a la cabeza muy rápido porque no había comida nada desde el desayuno, su ahora esposo se dio cuenta y le sirvió la comida, en parte porque la quería en sus cinco sentidos y con energía para más tarde, pero también preocupado por que no la quería ver tropezar.

Después de un par de horas, todos los invitados ya se habían ido, por lo que Colin tomo de la mano a Pen y la guío a su habitación. Inmediatamente después que cerraron la puerta.

Cuando entraron, Pen vio que habían pétalos de rosas amarillas sobre la cama y flores azules decorando la habitación.

-Oh Colin es hermoso -dijo Pen emocionada.

- te dije que quería hacerlo especial-tenia una caja en sus manos

-que es eso? Pregunto Pen

-le pedí a uno de los sirvientes que le diera cuerda hasta que ya no diera más.

Puso la cajita sobre la mesa y empezó a sonar una música clásica suave.

Colin se acerco sin más preámbulos y la beso, había esperado tanto tiempo para ese momento que no se quería apresurar.

Empezó suave, dibujando círculos en la espalda a Pen con su mano derecha y con la izquierda la tenía suavemente de la nuca para acercarla lo máximo posible a el, diez segundos bastaron para que ya estuviera duro y palpitante. Bajo a su cuello, la escucho gemir, le dio una vuelta para poder quitarle el vestido, vio la hermosa trenza hecha en su cabello, decidió que lo mejor era quitársela, la empujó suavemente hacia la peinadora, le quitó cada trenza y cada orquilla de cabello, hasta que quedó suelto, dejándole hermosas ondas a su paso.

Cuando la miro, no había notado que Penelope estaba mirando lo desde el espejo sobre la peinadora, le sonrió al reflejo, le besó el cuello una vez más, Pen se echó para atrás para darle más acesso.

-no mi amor, quiero que mires lo que te estoy haciendo, miranos en el espejo -le ordenó.

Penelope se enderezo y vio como Colin le quitaba vestido, con cuidado de no lastimarla, cuando por fin le quitó el corset, sintió como le cayó el vestido a los pies, salió de él y lo lanzó con su pie lejos, solo tenía su ropa interior inferior. Volvió a mirar a su reflejo.

De La Fantasía A La Realidad- Una Historia PolinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora