𝕻𝖆𝖘𝖙𝖊𝖑 𝕲𝖔𝖙𝖍 (Male Merlina X TN X Male Enid)

×Cap 4×

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Una vez que finalmente el joven iba a retirar su uniforme para cambiarse, saldría a la entrada donde lo esperaba su familia, dándole sus padres una sonrisa al verlo con el mismo uniforme pero en versión negro.

-Mírate, mi pequeño victimario-Diría su padre emocionado al verlo, para colocarse a su lado y abrazarlo por los hombros
-Verte con este uniforme, me hace recordar tantos terribles momentos. ¿O no, Tish?-

-Si-Diría la mujer para ver a su hijo
-¿Por qué no me esperan en el auto? Necesito un momento con Merlín-

Al decir esto, el hombre asentía para soltar a su hijo, mientras su hermano menor Pericles se acercaba a Merlín para abrazarlo, aunque este no le devolvía dicha acción.

-Pericles-Llamaba su hermano para separarse del abrazo y verlo
-Eres ingenuo y débil, no vas a poder vivir sin mí. Te doy dos meses máximo-

-También voy a extrañarte-Diría su hermano con una muy pequeña sonrisa, para irse junto a su padre y entrar al auto

-Cualquier plan que tengas para escaparte, termina ahora-Diría su madre una vez se acercaba, mirándolo con seriedad
-Avisé a todos en la familia que me contacten en el minuto en el que llegues ante sus puertas... No tienes a donde ir-

Susurraba aquello último, mientras el joven se cruzaba de brazos molesto y serio.

-Como siempre, estás subestimándome madre. Encontraré una forma de escapar de esta cárcel académica, y jamás volverás a saber de mí-Aseguraba este con una mirada fría y actitud seca

-Eres un brillante niño, Merlín, pero a veces tú eres tu propio enemigo-Mencionaba al escucharlo, para darle una sonrisa
-Estoy segura de que llegarás a amar Nunca Más... Y será tan transformador para ti-

Al verlo, daba una sonrisa recordando que iba a entregarle algo.

-Oh, te traje un pequeño regalo-Diría para mostrarle un medallon que tenía la letra M
-Un medallon, con la M. Es nuestra inicial... Está hecha de obsidiana. Los sacerdotes aztecas la usaban para conjurar visiones. Es un símbolo de nuestra conexión-

Le entraba dicho medallon con una sonrisa, mientras el joven lo tomaba para verlo con curiosidad y seriedad.

-¿Cuál de tus espíritus sugirió que me dieras esta horrenda baratija?-Preguntaba de manera fría, sacando la sonrisa de su madre
-No soy como tú, madre. Jamás me voy a enamorar, ni me voy a casar, ni voy a tener familia-

Aseguraba aquello el joven, mirando a los ojos de su madre la cual respiraba hondo antes de hablarle.

-Sabía que los niños de tu edad dicen cosas hirientes. No me lo tomo a pecho-

-A tu pecho le falta un corazón...-Murmuraba el joven mirando el medallon, mientras su madre daba una sonrisa al oírlo

-Al fin, un halago para tu madre-Diría con aquella sonrisa, antes de girarse a ver el mayordomo
-Largo. La bola de cristal, por favor-

El mencionado se acercaba a la mujer, para entregarle una caja de cierto aspecto llamativo, donde dentro habría una bola de cristal.

-No podremos hablarte la primera semana mientras te instalas, así que te llamaremos el siguiente domingo-Informaba al joven dándole la caja, para ver que este la tomaba y ña miraba sin decir nada

Daba una sonrisa, para mover su mano como si acariciara su brazo en el aire, soltando un suspiro antes de caminar hacia él auto.
Cuando iba a entrar, miraba por última vez a su hijo, entrando finalmente al auto en la parte trasera, para que comience a moverse el vehículo, mientras el chico se quedaba mirando el auto irse.

Al sentir que alguien lo miraba, movía sus ojos de un lado a otro, pero no veía nada. No fue hasta que vería detrás suyo y alzaría la mirada, para ver a aquella chica de venda en los ojos, sentada en el barandal sin miedo de caer desde un cuarto piso.
Cuando se giraba a verla, la chica solo daba una leve sonrisa, alzando su mano para moverla en señal de saludo, antes de levantarse y caminar por el borde del balcón, hasta entrar a una ventana.

El joven cerraba sus ojos, soltando un suspiro irritado y confundido de no saber por qué esa chica había estado observándolo, ni saber por qué el pensamiento de que jamás iba a enamorarse ni casarse pasaba por su mente luego de verla, como si quisiera dudar de ello.

(...)

Por parte de los padres de Merlin, cuando el auto había avanzado, Morticia sentía sus ojos amenazar con llorar.
Aquello lo notaba Homero, quien sin decir nada, tomaba su pañuelo negro para dárselo.

-Tranquila, amor mío-Diría mientras la mujer se limpiaba las lágrimas
-Nuestro pequeño escorpión no va a estar solo-

Al asegurar aquello, tocaba un botón del vehículo, que activaba algo debajo del auto.
Caía una mano al suelo, la cual estaba con vida, teniendo algunas cicatrices, pero eso no le impedía moverse, comenzando a caminar hacia la escuela nuevamente, apresurandose al empezar a llover.

[...]

En el bosque, mientras la lluvia caía,dos policías miraban un equipo de acampar con algunas manchas de sangre, además de verse una cabeza del hombre que le pertenecían aquellas cosas.

-¿Dónde está lo demás?-Preguntaba el alguacil mientras veía la cabeza

-Bueno, el torso y un brazo están por allá-Diría la mujer a su lado señalando las demás partes del cuerpo
-Había una pierna cerca del lago. Hay un brazo en la rama de allá, y las demás partes todavía no se encuentran. El mismo perfil de los ataques la semana pasada-

-Emite una alerta, no más paseos en el bosque-Ordenaba el hombre mientras la veía
-No quiero que aprueben más permisos para acampar, ¿está claro?-

-¿Qué quiere que le diga a la prensa? Sabe que se van a enojar como los mosquitos en julio-Razonaba la mujer mientras lo veía

-Di que el oso volvió-

-Usted no cree eso Sheriff-Diría dando una risa la policía de manera sarcástica

-No, no lo creo-Afirmaba para ver hacia el cuerpo muerto
-El que hizo esto no era humano. Sé que los homicidios están conectados con Nunca Más, pero no puedo probarlo aún. Y hasta que lo haga... Vamos a decir que fue un oso-

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