You and me│Rivari

R.A.│Una pequeña broma

Narrador omnisciente:

Samantha caminaba por los pasillos junto a Amairani, Rivers iba con su hoodie favorito, uno de color beige.

Ese día ninguno de los amigos de Rivers había ido así que estaba sola a la hora de estar en clases.

—No puedo creer que lo abrace, wey —Samy dijo con una una mueca

—Eso dice Osvaldo —Le repitió

—Si pero... no mames —Dijo todavía sorprendida— ¿Cuántas ultras me tomé o que?

—¡Que siete! —Le repitió en un tono de voz más alto

—Si si, ya perdón

Ya habían pasado dos semanas de lo sucedido y Samantha no podía superar el hecho de que abrazo a su ex, no le cabía en la cabeza esa información.

Las chicas caminaban a el casillero de Samantha, cuando llegaron, Samy lo abrió pero al instante se enojo pues hubo una explosión de... ya saben, pintura.

Amairani corrio con suerte pues alcanzó a moverse y no le cayó nada, tal vez solo un poco en sus zapatos o en su pantalón.

—¡Puta madre! —Gritó Samantha mientras se quitaba la pintura de los ojos

Ama vio a todos lados y vio a Juan quien no paraba de reír y le tomaba fotos, junto a Roier.

Todo el piso delante del casillero de Rivers estaba manchado con una pintura azul, el conserje que estaba cerca maldijo por lo bajo pues tendría que limpiar.

Samy después de quitarse un poco de pintura de la cara, se dirigió al baño con pasos rápidos, dejando atrás a Ama que decidió dejarla sola pero ir a decirle a Vicky.

—Que se vaya a la mierda quien lo hizo... —Murmuró Samantha para si misma— Pinche madre.. claro, fue la zorra de Abril

Samy escuchó unos sollozos en los baños y se asustó pensando en mil cosas de quién podría ser.

—¿Ho-hola? —Dijo una Samy nerviosa y asustada que caminaba con pasos lentos a la salida del baño

Los lloriqueos pararon y Samantha empezó a ponerse más nerviosa y asustada, se abrió la puerta de un cubículo lentamente y si no fuera porque la puerta del baño estaba cerrada Rivers se hubiera ido en ese mismo momento.

—Mierda.. —Dijo intentando abrir la puerta— ¡¿Quien eres?! —Gritó desesperada

Un figura negra salió de los baños y Samantha pudo ver a un niño de no más de 10 años ahí.

—Uh- niño, por si no sabías este es el baño de las chicas —Le informó todavía Samy nerviosa pues nada le confirmaba que el niño no era un demonio

—P-perdón... b-buscaba a mi hermana.. —Dijo el niño Samy se tranquilizó un poco más— Pe-pero unos ni-niños me... me le-levantaron en el aire y.. m-me dijieron cua-cuatro ojos... —Samy frunció el ceño y pensó que probablemente eran los amigos pendejos de Abril

—¿Quien es tu hermana? —Preguntó Samy y el niño se sentó en el piso sucio

—Se llama Elizabeth... —Le dijo y empezó a llorar de nuevo