CAPITULO 20

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Horas más tarde, me encuentro tropezando en escalinata de NuNew, sin ningún recuerdo claro de cómo llegué allí. Echo un vistazo hacia atrás a mi coche aparcado torcidamente.

Y al césped.

Me alegro de que el ticket de aparcacoches no funcione, obviamente soy muy malo en ello.

Las luces en el interior de la casa estan apagadas, y todo se halla en silencio en el recinto Perdpiriyawong. Deja claro que probablemente sea demasiado tarde para aparecer aquí, y es jodidamente seguro que también es tarde para llamar a la puerta.

Entonces recuerdo la llave de repuesto. Porque soy un puto genio.

Levanto el felpudo y veo el pequeño pedazo de plata brillante de metal. Abro la puerta y entro de puntillas tanto como mi cuerpo de ciento cinco kilos me permite, de todos modos. La bola de pelo se acerca, diminutas uñas haciendo clic en el suelo de madera, oliéndome los pies.

—Hola, Shaggy. ¿Dónde está Scooby? —Me río, a pesar de que no es muy divertido.

Entro en la cocina y cojo una botella de agua de la nevera. Mientras bebo, NuNew salta a través de la puerta de la cocina, con un bate de béisbol en la mano, levantado y listo.

La mirada de pánico en su rostro se desvanece cuando me ve, desplazándose a una de molestia. Pero al menos baja el bate. —¿Zee? ¡Joder, me ha asustado!

Trago el agua y digo—: ¿cuántas veces te he dicho que cambias esa maldita llave? Es el primer lugar en el que los ladrones mirarían. Quiero decir, Dios , mírame a mí. Entré y ahora estás atrapada conmigo.

Inclina la cabeza y arruga la frente. Es adorable. Quiero besar la arruga. Y toda su cara. Quiero lamerlo, enjabonarlo, frotarme por todo él hasta que huela a mí. Para que cualquiera que este cerca suyo sepa que pertenece a alguien.

¿Es eso tan grave como parece?

—¿Estás borracho? —susurra.

¿Realmente necesitas preguntarlo? Utilicé la palabra Diosh , por supuesto que estoy malditamente borracho.

—Oh sí, estoy muy borracho.

Gracias, Yoda.

—Estás.... ¿Está todo bien?

—Ha sido un día duro en la oficina, cielos. Me merecía emborracharme.

-¿Que Paso?

Evito su pregunta y digo en voz baja—: Tenía que verte. Tú haces que todo... sea mejor.

Me mira fijamente durante unos segundos. Luego apoya el bate en la esquina. Su mano se extiende hacia mí. —Tienes que estar en silencio, ¿de acuerdo? No despiertes a los niños.

Eso seria terrible. Cierro los labios con una llave imaginaria.

Pero a medida que comienza a liderar el camino, le doy un tirón a su mano, girándolo, haciendo que se estrelle contra mí. Porque hay algo que tengo que decir.

—NuNew... No quise decir lo que dije. Estoy de tu lado.

Inspecciona mi cara, sonriendo suavemente. Su mano se extiende por mi pelo oscuro. —Sé que lo estás.

Vamos a la habitación de NuNew sin ser detectados. Cierra la puerta mientras me siento en la cama, tirando de mi corbata. NuNew viene a mi rescate y la levanta por encima de mi cabeza. Luego va a por mí camisa, mis pantalones, excluyendo el bóxer y mi camiseta.

Lo veo con los ojos encapuchados, disfrutando la sonrisa de amonestación bailando en su rostro, la forma en que se mueve con gracia sin esfuerzo.

—Eres tan hermoso —digo, porque no puedo mantener las palabras ni un segundo más.

Sustained | ZeeNuNewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora