Al día siguiente, Madre y padre habían salido temprano para ir a Sinagoga , la iglesia judía , y así darse de baja como judío , para seguidamente ir a la iglesia más cercana a bautizarlo como cristiano.
Aunque padre en el fondo seguía creyendo en HaShem , su Dios, el dios del judaísmo, cambió para encajar.
Y así lo hizo saber a la gente y a los soldados fascistas.
Mientras , yo me había quedado en casa con los abuelos.
Esa mañana , al contrario que otras, me desperté tarde, pues madre solía subir la persiana y la brillante y poderosa luz de Berlín me despertaba, ya que decía que tenía que ayudar en la casa. Sin embargo la abuela me dejó dormir todo lo que quise y cuando por fin me levanté , no tuve que ayudarla en nada.
Padre y madre llegaron para la hora del almuerzo asique la libertad duró poco, durante el almuerzo todos parecían contentos del cambio de padre , todos menos él.
El domingo llegó, y fuimos todos , incluido mi padre, a misa.
Al llegar saludamos a la gente que había y nos sentamos en en uno de los muchos bancos de madera. Tras un rato de desesperación y aburrimiento por fin apareció el papa y comenzó a dar el sermón , todos callaban.
La iglesia era enorme y lujosa, probablemente les costó mucho construirla, el techo era extremadamente alto y tenía unos bellos y complicados relieves.
En las paredes tenía mosaicos hechos con cristales de colores imnotizantes y un tanto extravagantes. La extensa y detallada puerta permanecía abierta y corría el aire por ese lugar tan oscuro e íntimo.
El papa acabó , y por fin pudimos irnos.
Todo pareció haber acabado , el sufrimiento, los encuentros...
Pero entonces una carta apareció en el buzón de la casa, en un principio pensamos que se trataba de alguien que le había escrito a los abuelos , pero solo hizo falta darle la vuelta a la carta para saber qué iba dirigida a padre.
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La peculiar idea de cambiar
Novela JuvenilEn el siglo XX entre 1933 y 1945 se despertó la guerra nazi y exterminaron a miles de judíos. Nuestro protagonista es uno de ellos , que a pesar de tener una vida feliz con su esposa y su hija, los nazis no tuvieron piedad. El tubo que cambiar su re...