Mi Debilidad.

▪︎07

Madelyn Martinez:

¿Que si tenía miedo? Obvio que tenía miedo, que tipo de cosas ha hecho Jaden para estar tan destrozado, o que tipo de cosas le han hecho.

Parecía un niño pequeño aterrorizado que no encontraba a su madre en el supermercado que solo quería encontrarla y nada más.

Me había concentrado en esos hermosos tatuajes y en sentir su mano acariciar la piel de mi mejilla, hasta que hablo.

-Cuando... antes de que terminaramos yo sospechaba que ella me engañaba pero no quería aceptarlo, estaba muy cegado y creía que tambien enamorado que solo no le prestaba atención a esas cosas.-

Era como si hablar de ese tema le atravesaban el pecho con una daga ardiente, como si lo quemara con solo mencionar el tema.

Quería tranquilizarlo, mostrarle apoyo y lo único que hice fue acariciarlo.

-Hasta que simplemente paso, me di cuenta que ella se había cansado de mi y decidió desecharme como si se tratara de una basura.- hablaba sueve, sin apuro para no perder el control.

-No quería aceptar lo que ocurría y solo me dejé abandonar, comencé a caer en un mínimo estado depresivo, luego pase a tener ansiedad y después simplemente comencé a drogarme. Yo nunca estuve de acuerdo con todo eso porque mis padres me enseñaron que eso no era bueno.

Cerró los ojos con dolor y podía ver como trataba de contener las lagrimas, me dolía mucho verlo así.

-Hasta que mi padre se tuvo que ir de vuelta a Texas porque mi abuela había fallecido y sentí que una parte de mi se iba con ella. Él comenzó a alejarse de nosotros, hasta que nos abandono y ahora simplemente somos mi mamá y yo.

-Camile mi ex, se alejo en ese preciso momento donde yo más la necesitaba y justo hoy apareció, diciéndome que yo era un estúpido drogadicto que no la superaba y lo que más duele es que en parte tiene razón pequeña pero yo ya no la quiero conmigo, no se por qué duele tanto.

Me sentía tan mal viendo como él contenía sus lagrimas y jugueteaba con mis manos claramente nervioso, esa era la ansiendad.

No me gustaba verlo tan frágil, tenía que hacer algo para calmarlo por lo que solo acariciaba suavemente sus manos, tenía miedo a que se rompiera.

Mi vista nunca se despegó de él, mientras que la suya se encontraba en nuestras manos sobre mi regazo y yo encima de él.

Su labio inferior temblaba y era atrapado frecuentemente por sus dientes.

Se veía tan vulnerable, delicado y roto que con un mal movimiento se quebraría.

Él definitivamente necesita amor y apoyo, entre muchas cosas más, en especial en este momento tan complicado.

Él no necesitaba ser lastimado de esa forma, en ese momento él necesitaba ser protegido y ahora mismo también lo necesita más que nunca.

-Cariño...- no levantaba su cabeza, parecía estar aterrado de que yo lo fuera a desechar como esa desagradable chica lo hizo.

Mi mano se dirigió a su mentón y le subí el rostro de manera cuidadosa, el azul océano en sus ojos estaba desamparado, llenos de lagrimas sin salir y completamente enrojecidos.

En esos ojos había un millón de emociones y las que reinaban eran las de tristeza, fue fácil leer a ese vulnerable chico, fue doloroso poder leer a ese chico.

Me acerque a él y cuando quedamos a unos mínimos centímetros de distancia él coloco su mano en la orilla de mi mandíbula casi al principio de mi cuello y oreja.