Habían estado profundamente enamorados. Durante años lo estuvieron y negar que aún lo estaban era como tratar de tapar el sol con un dedo. Hinata Shoyo siempre ocuparía un lugar en el corazón de Kageyama Tobio y viceversa.
Kageyama siempre iba a te...
Shoyo había recibido varios mensajes de Kageyama desde su llegada a Japón. Él había preferido ignorarlos, pues no quería involucrar a Atsumu en sus propios problemas con Kageyama. Pues las cosas no podían terminar bien. No si involucraba a Kageyama y a Hinata en la misma ecuación.
Fue casi un mes después, cuando la pareja preparaba las cosas básicas para su boda, desde la fecha (que esperaban fuera en seis meses más) el lugar, dónde sería su luna de miel, hasta algunos invitados. -¿Y si invitamos a Tobio?- Preguntó Atsumu esa mañana, Hinata casi se ahoga con su propia saliva ante la propuesta. -¡Shoyo! ¡¿Estás bien?!- Preguntó su prometido inclinándose a él y golpeando su espalda, Hinata solo tosía y trataba de respirar. -Sí, Tsumu... ¿Por qué quieres invitar a Kageyama?- Le respondió una vez recuperó el aire. -Pues vas a invitar a todos tus amigos del Karasuno, ¿No? Sería raro que él no estuviera... Ya sabes, como si tuvieran resentimientos.- Dijo Atsumu volviendo a sentarse bien, Shoyo se recostó sobre la mesa de centro de su pequeña sala. -Sí... Sería raro...-
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"¿Podemos hablar?" Eso decía el único mensaje que el pelirrojo había escrito, ni siquiera era una respuesta concisa ante los demás mensajes que le había escrito al menos cuatro días a la semana. Suspiró, con un toque de nostalgia y un toque de vergüenza. -¿Qué estoy haciendo?- Sonrió cubriendo la mitad de su rostro con la palma de su mano.
"Claro." Fue su respuesta. Corta y simple.
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Quedaron de verse en un café, Kageyama no era muy fan del café pero, aparentemente, a Hinata parecía gustarle el café negro.
-¿De qué quieres hablar?- Le dijo apoyando su cabeza contra su mano. Hinata estaba felizmente removiendo su café con una cuchara pequeña. -¿Sabes que Tsumu y yo tenemos planes de casarnos?- Le respondió con una sonrisa. -Ajá.- Le dijo de manera cortante ante el comentario.
Tsumu...
-Él quiere invitarte.- Le dijo, Kageyama parpadeó un par de veces antes de preguntar. -¿Él? ¿Quiere invitarme a mí? ¿Al ex novio de su prometido?- Hinata se rió levemente. Kageyama había extrañado su risa. -¡Eso pensé yo! Siempre ha sido espontáneo y hasta cierto punto, raro, pero no me esperaba eso...- Dijo con una sonrisa antes de tomar de su café. -¿Y tú quieres que yo esté ahí?- Le preguntó él. Hinata bajó la taza de café de sus labios.
