Un viernes por la tarde, un hombre que ya se le notaba la edad lleva una bolsa con comida y una maleta. Se acerca a una vieja casa, camina hasta la puerta y levanta su puño para tocar.
Dentro de la casa se encuentra una chica de cabello corto con un rostro definido, viste una playera holgada y shorts, está sentada en el sofá, muy concentrada en la pantalla del televisor.
Se escucha el sonido de un toque.
—¡Hija, anda a ver quién está tocando! —me grita mamá desde la cocina.
—Ya voy—respondo de mala gana.
Justo cuando se está poniendo interesante.
Me levanto del sofá sin despegar la vista del televisor por unos segundos y voy hacia la puerta. La abro.
El sol me da directo a los ojos por lo que solo me deja ver una silueta afuera, así que entrecierro los ojos para ver mejor, en cuando me doy cuenta de quien es, esbozo una sonrisa y me lanzo en un abrazo.
—¡Papá! —chillo emocionada y él da un traspié que casi nos tumba
—Ciudado, ya estoy un poco viejo
—Lo siento—me disculpo un poco avergonzada y lo suelto—Vamos, mamá se alegrará.
Sujeto su maleta y paso tras la puerta el me sigue, cerrando la puerta.
Por fin después de meses lo vuelvo a ver no lo veo mucho por su trabajo, es arqueólogo por lo que se la pasa viajando, lo único bueno era que de sus viajes nos traia cosas inusuales pero bonitas.
—¡Mamá, Papá está aquí! —gritó para que me escuche.
Un segundo después viene corriendo con el mandil y los guantes puestos porque había estado lavando. Cuando llega, le da un abrazo de oso como si no lo hubiera visto en años.
—Cariño, ¿por qué no me avisaste que ibas a venir? —dice mamá cariñosamente separándose de él—Te hubiera preparado algo.
—¡Traje pizzaa! —dice alegremente mostrando la bolsa que tenía en su mano derecha.
Mamá y yo lo miramos embobadas.
Vamos a la sala y nos sentamos en el sofá, papá deja la pizza en la mesita y la abre cuidadosamente luego agarra un trozo de pizza.
Yo mientras tanto veo la pantalla del televisor, mi telenovela se había acabado.
—Sé termino—suspiro lamentandome y agarro un trozo de pizza abatida
—¿Que cosa? —pregunta papá, echando un poco de crema a su comida.
—Su telenovela, da todo los días a esta hora—comenta mamá—Nunca se lo pierde.
—Bueno...deja la cara larga, porque se de algo que te va a gustar—dice papá—les traje regalos a las dos.
Va hacia su maleta, lo miro con curiosidad mientras acomodo la almohada del sofá que se había caído sin darme cuenta.
Papá vuelve con la maleta, se sienta y la abre. Dentro hay ropa, pero lo que más me llama la atención es un libro antiguo; la portada es de metal y se ve que sus hojas están desgastadas, y unos collares que tienen dijes de diferentes colores.
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La gema mistica (primera versión)
FantasyNahomi una chica común y corriente por alguna razón se encuentra vinculada a unas criaturas extrañas que acaban de invadir la tierra destruyendo y matando todo a su paso, sufriendo algunas pérdidas que la marcarán de por vida y con un propósito "sal...