after all this time?

3. La cámara secreta

¿Hamburguesas o pasta?

¿Pasta o hamburguesas?

Harry no podía decidir, intercambia su mirada entre los dos pasillos del supermercado, aun debatiéndose acerca de cuál sería la mejor opción entrecerrando los ojos. No sabía lo que a Louis le gustaba, joder, ni siquiera sabía el apellido del tipo y aun así estaba ahí, teniendo una batalla mental por no saber qué cocinar para su noche de películas.

Fue, tal vez, la semana más lenta de su vida.

Todos los días, no importaba la hora, no importaba lo que estuviera haciendo, parecía que ese maldito castaño siempre encontraría la manera de colarse en sus pensamientos. Lo cual era... Extraño, cree que jamás se ha sentido así. Y, de todas maneras, Harry literalmente acaba de terminar una relación de años, la mayoría de personas pensarían que se encontraría un poco más afectado.

Camina por los pasillos, colocando distintos ingredientes y bocadillos en su carrito mientras recuerda como sus compañeros de trabajo se habían extrañado, tal vez demasiado, cuando Harry les contó un poco por encima del cómo es que había terminado su relación con Luke... Para después, aproximadamente a los diez minutos, verlo sonriendo tan amplio como si acabarán de avisarle que se había ganado la lotería.

Pero no les había contado de Louis.

Porque, aun cuando sonará muy raro y extraño, sentía que de cierta manera su encuentro con Louis, su acuerdo, era algo más... ¿Íntimo?

Como si fuera algo suyo, algo exclusivamente de ellos y de nadie más.

¿Ilógico? Un poco...

Como si fuera una llamada maldita para el desastre, como si algún dios bromista y juguetón quisiera recordarle que tan estúpido eran sus pensamientos sobre el ojiazul, su celular comienza a emitir ese particular tono, aquel que ahora identifica como el timbre llamado "No contestar por nada del mundo"

Para de caminar para buscar su celular por unos segundos, viendo atento al identificador de llamadas una vez que lo tiene en sus manos. Luke no había parado de llamarlo... Y Harry no lo había bloqueado. No porque representará alguna sensación de tentación, ni una extraña nostalgia, era solo que, bueno, le gustaba el pensamiento de que le rogara.

Era un poco egocéntrico, lo admitía. Era esa pequeña parte de él la que le pedía dejar que su exnovio lo buscará, una y otra vez, que esperara esperanzado y sintiera la posible de decepción al escuchar los tonos finales de la llamada. Que se esforzará mínimo en eso, en llamarlo y arrastrarse para que al final... No consiga nada.

Estaba seguro de eso...

Pero seguía sin estar seguro de que mierda iba a cocinar.

Su dilema con la cena, afortunadamente, le ayudo a recordar una de sus películas favoritas.

Sabía cuál sería la película, qué película le obligaría a Louis a ver.