Diez

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Uwu

A la media hora sonó el timbre de mi casa y supuse que era Borja, bajé a la puerta y abrí. -Hey Samuel, ¿que tal?- Me saludó Borja muy animado.

-Mil gracias por venir a ayudarme.- Le dije llevándome una mano a la nuca.

-Dios mío, ¿esta casa es solo tuya?- Dijo asombrado y mirando hacia arriba.- Es increíble...- Le sonreí.

-¿Quieres tomar algo mientras te la muestro?- Él asintió.- Pues adelante.-

Le mostré primero el recibidor donde el techo estaba altísimo y desde ahí se veía la segunda planta. Comencé por el segundo piso con; dos cuartos de invitados, dos baños, un despacho y mi gran y amplia habitación. - ¿Aquí vas a dormir?- Le asentí riendo.- Cabrón... Mi casa es igual de grande que tú cuarto.- Me reí y él me siguió.

Seguí por la planta principal con; la cocina, el comedor y la sala de estar, toda acristalada que daba al patio de arriba con barbacoa. Bajamos al piso bajo donde tenía otro cuarto de invitados, un garaje y un patio trasero con una piscina y unas vistas increíbles.

-Dios mío, ya me podrías adoptar para vivir aquí.- Me reí.

-Pues esto es todo, solo me faltan los muebles de mi cuarto y a lo largo de la semana iré colocando mis pertenencias, ¿vamos?- Borja asintió y subimos a mi cuarto a terminar de montar muebles.

Pusimos un poco de música para amenizar la tarde y mientras hablábamos de nuestras vidas para conocernos mejor. Me di cuenta que Borja era un tipo realmente interesante y muy parecido a mi; atento y preocupado, además de responsable.

-Bueno Sam, ¿de que me querías hablar?- Me preguntó mientras nos tomábamos un descanso. Miré hacia arriba antes de responderle, quería hablar de ello pero a la vez no. Estaba realmente confundido pero no sabía si hablar de ello haría que me confundiese más o me ayudaría a aclararme.

-Rubén.- Le solté después de unos minutos, bajé la mirada y vi a Borja sonriéndome tiernamente.

-Bueno, lo primero es que te has animado a hablar de ello, ¿no?- Me dijo y asentí.- ¿Como te sientes con él? Cuando estás cerca de él, habláis,...- Le sonreí.

-Muchas veces me pone nervioso.- Los dos reímos.- Pero esos cambios de chico tímido a chico totalmente confiado me encanta.- Hice una pausa y dejé de mirar a Borja para mirar de nuevo el techo.- Me encanta ese tono de piel rojizo que se forma cuando está nervioso o tiene vergüenza por algo, me gusta la pasión con la que habla de las cosas que le gustan, me encanta verlo preocuparse por todo el mundo y ser tan noble.- Hice otra pausa y le miré.- Sinceramente no había parado a pensar mucho estas cosas...-

-Pues para no pensarlas te salen de maravilla las palabras bonitas.- Me interrumpió.- Aunque no las hayas pensado, ¿cuando te diste cuenta de todo esto?- Le miré pensativo y me puse un poco rojo, me daba vergüenza hablar de esto.

-Ayer.- Me miró con una ceja levantada.- Se abrió a mi, luego pasamos el día entero juntos y no es que me diese cuenta de cosas, solo las confirmé.- Me dedicó una sonrisa de oreja a oreja.

-Eso es genial Sam, mira Rubén es un tío complicado y a la vez un niño pequeño.- Me reí porque era verdad, Rubén es como un niño pequeño.- Pero como tú dices es noble y empático, y muchas veces de más. Tiene muchos miedos, muchos y por eso a veces se cierra a la gente y es así de tímido.-

-¿Tú crees... Que yo...?- Quería preguntarle lo que realmente quería saber, pero me cortó.- ¿Qué si tienes posibilidades con él?- Asentí. - Pues no lo sé.- Le miré extrañado.- No te asustes hombre, es que Rubén no habla mucho de estas cosas entonces no sé qué decirte. Lo único que te puedo contar es que tuvo una novia, Nieves se llamaba, las cosas acabaron mal... Pero él ya la superó. El caso es que nunca ha hablado de sus sentimientos hacia hombres así que ahí... Andamos un poco a suertes.- Me quedé pensativo, si no teníamos esa información pues deberíamos conseguirla.

Mi mejor casualidad (Rubegetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora