Doce

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Uwu

Cuando entré en mi casa vi por la ventana el coche de Samuel marcharse. Suspiré y eché un vistazo a mi casa, salí del pequeño trance cuando escuché a Wilson maullar, estaba en el trasportín.  -No te acomodes mucho Wilson, porque de aquí nos vamos prontito...- Le dije, como si me fuese a entender. Dejé mi equipaje en mi cuarto, puse una pequeña lavadora y me metí en la ducha. Una ducha lenta y caliente para conciliar el sueño, es lo que necesitaba, mañana quería madrugar para empezar a empacar las cosas. 

Cuando salí de la ducha ya era bastante tarde, me metí en la cama y me quedé un rato con el teléfono. -Uh?- Recién me había llegado un match de tinder de una chica guapísima. -Irina... de la misma edad que yo... Ah, vive cerca.- Leí en voz alta. Quería hablar con ella y empezar a conocernos pero, mañana tocaba hacer la madrugación, le escribiría por la mañana. Puse el teléfono a cargar, me puse una alarma a las 08:30 y le escribí un mensaje a Samuel dándole una vez más las gracias por todo, realmente se había convertido en una persona muy importante en la vida. 

Uwu

Dejé a Rubén en su casa y me puse en marcha hacia la de Guille. Me hubiese encantado decirle que no, que estaba muy cansado y que mañana tenía que madrugar para hacer cosas con Rubén. Por otra parte tenía ganas de lo que me quería explicar Guillermo, en más de 18 años de amistad nunca se había portado así conmigo, ya eran semanas evitándome y no me parecía justo. 

Aparqué y le toqué al timbre. -Hey, gracias por venir.- Me dijo sonriendo. Entramos a su casa y nos fuimos a la sala de estar al sofá. -¿Cómo estás? ¿Quieres algo, agua?- Me hablaba con un tono nervioso, hoy yo no tenía paciencia para rodeos. 

-Guillermo, es muy tarde quiero irme a casa, ¿qué es esa explicación que ahora no podía esperar?- Le dije un poco molesto, quería irme ya. Él solo suspiró.

-En año nuevo me comporté como un idiota.- Se confesó y yo asentí con palabras y cabeza.- Te recriminé cosas sin ningún sentido.- Volví a asentir. - Te pido disculpas por aquello y si te ignoré fue por vergüenza.- Acabó mirando hacia abajo.

-Bueno, acepto tus disculpas, creo que tienes razón en todo lo que has dicho.- Le extendí la mano como siempre hacíamos y me miró ilusionado.- Pero también debes disculparte con Rubén, le insultaste...- Su cara cambió a una cara de molestia.

-¿Qué? Ni hablar. Ni le he insultado nunca ni le he hecho nada que deba una disculpa.- Le sonreí pícaramente, esta vez Guillermo Díaz no se iba a salir de rositas.

-Entonces cuando dijiste "Maldita puta", ¿a quién te referías?¿A mi?- No dijo nada, se quedó callado tras mis palabras. -Mira Guille, Rubén es nuestro amigo-.-

-¡¿Nuestro amigo?!- Me cortó muy alterado.- Vamos Sam, abre los ojos, Rubén no es tu amigo ni de lejos. Rubén dice: "Sam llévame a tal sitio" y Samuel de Luque acata, Rubén dice: "Sam ven" y tú vas. Solo te está usando.- Sinceramente aquello no lo vi venir, me pilló muy desprevenido.

-¿Tú acaso te estás escuchando Guillermo? Porque no pareces el Guillermo que conozco de toda la vida, mi hermano.- Le dije mirándolo muy sorprendido, no me esperaba esta actitud.

-¿Ves? Es que Rubén en unos meses ha llegado y lo ha estropeado todo, todo lo que llevamos construyendo toda la vida.- Me miró ahora más apenado que enfadado, su tono de voz disminuía ya.

-Guille, me voy a casa, no voy a seguir discutiendo.- Me levanté para irme pero me agarró del brazo para mirarme. No dijo nada así que iba a volver a irme hasta que ¿me besó?

Mi mejor casualidad (Rubegetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora