Cuatro

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Uwu

-Vamos Borja, como no vayamos ya, vamos a llegar tarde-. Llamé a Borja por octava vez, la noche anterior se había quedado en mi casa a dormir porque se había peleado con Lana y necesitaba a un amigo. Igualmente llevaba una eternidad metido en la ducha y habíamos quedado con Alex a las 14:00 en su casa para ayudarlo a preparar todo de la barbacoa. 

-Que si Rubén, que ya voy.- Salió del cuarto de baño ya listo para irse. Estaba desanimado así que tampoco quise reprocharle nada, una mala racha la tenía cualquiera. Me metí yo en el baño y mirándome al espejo me di los últimos retoques. -Perfecto.- Me dije sonriendo. Cogí el abrigo y salimos de casa, qué frío hacía por dios. Nos montamos en el coche de Borja y nos pusimos en camino hacia la casa de Alex, este nos citó un poco antes que a los otros para ayudarlo un poco.

-¿Cómo sigues Borja? Apenas has dicho algo hoy.- Le dije mostrando preocupación, no me gustaba nada ver así a mi amigo, estaba como, ¿apagado? -Estoy bien Doblas, de verdad. Ha sido una pequeña discusión de pareja, ¿vale?- Se paró un momento pensativo. -Hoy quiero pasarlo bien y no pensar en Lana, ¿de acuerdo? Así que ni media palabra a Alex.- Asentí y el resto del trayecto en coche la pasamos escuchando música.

-Hey chicos, por fin llegaron.- Abracé a Alex tras abrirnos la puerta. -¿Trajeron todo lo que les pedí?- Asentí para darle la bolsa que contenía un licor que le encantaba a Alex. Teníamos costumbre, los 3 amigos, de traer un licor de la preferencia del anfitrión, así nos asegurábamos una buena quedada. -Y cuéntenme chicos, ¿a quienes invitaron a mi casa?- Preguntó Alex mientras terminábamos de poner la mesa.

-A Samuel y sus dos amigos, Guillermo y Raúl.- Confirmó Borja. -¿Y los conocemos de...?- Insistió Alex. -Están en nuestra clase de historia Alex. El otro día estuvimos tomando algo con Samuel y estuvimos muy cómodos, así que, ¿por qué no hacer más amigos?-  Le expliqué al más bajito. *ding, dong* -Deben ser ellos, ve a abrir Borja por favor.- Mandó Alex, lo cuál el otro no rechistó.

-Bienvenidos chicos.- Les recibí.- Él es Alex, nuestro amigo.- El pelinegro solo sonrió. -Ellos son; Guillermo y Raúl.- Los presentó Samuel, parecían buenos chicos, creo que entre todos nos causamos buenas impresiones.

Nos pusimos todos a comer y empezamos a hablar con algunas presentaciones pues, Alex, Raúl y Guillermo no se conocían entre si. Se habían visto en clase si, pero nunca se habían parado a fijarse en ellos. Guillermo y Samuel se conocen desde la infancia, por como describen su amistad tiene que ser muy parecida a la que tengo con Mangel. Los padres de Guillermo, al igual que los de Samuel, son abogados. A Raúl lo conocieron el año pasado, este me pareció un poco más agresivo, pero Samuel me había comentado que llevaba unos malos meses, así que no le di importancia. Ya habría tiempo para conocerlo mejor.

Después de comer Alex trajo el licor y otras bebidas para comenzar la tarde. -Esta es nuestra tradición chicos.- Le explicó Alex a los otros tres.- Cada vez que quedamos en alguna casa, de los tres, traemos el licor favorito del anfitrión.- Yo sonreí mientras levantaba mi vaso de chupito indicando que lo bueno había comenzado. Alex repartió vasos al resto mientras Luzu echaba esa fuerte bebida. -Yo no bebo gracias.- Dijo un tímido Samuel.- Luego tengo que coger el coche y, no quiero ser un irresponsable.- Se justificó.

-Es bastante comprensible.- Dijo Borja.- Eres un tío previsible, eh, me caes bien Samuel.- Después de esa aclaración por parte de Borja todos comenzamos a reír, a veces decía unas cosas que era imposible no reírle la gracia. Borja era un tío formal y a veces, se pasaba de formal. Aún así me gustaba verlo más animado, parecía haberse olvidado del tema de Lana.

Mi mejor casualidad (Rubegetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora