The Last Rose of Summer / {Haikaveh}

2 ~Mayday~

Pov Narrador 

El viernes llegó demasiado rápido. Kaveh tenía los nervios a flor de piel por culpa del concierto de mañana. Se había pasado toda la semana pensando en que probablemente esa sería la última de su vida, así que había quedado con sus amigos esa noche para disfrutar de una última copa.

Llegó al bar de siempre y pudo divisar a sus dos mejores amigos en la mesa que suelen usar. Conforme se acercaba a ellos, podía ver que estaban en uno de sus momentos amorosos, momentos que no convenía interrumpir. Pero Kaveh en sus momentos dramáticos no veía nada más que sus problemas, prácticamente se lanzó a la primera silla que se cruzó en su camino y su cabeza golpeó la mesa mientras lanzaba un quejido. Su acción asustó a los otros dos chicos, que no se habían dado cuenta de su presencia porque estaban enfrascados el uno con el otro.

—Y yo pensando que había caído un meteorito en nuestra mesa. —Cyno ya estaba haciendo de las suyas.

—Por favor no hagas tus chistes malos, esto es serio. Mi vida corre peligro —Kaveh estaba más desesperado que nunca.

—¿Todavía sigues con esa tontería? Alhaitham no te va a matar por Dios. —Tighnari miro a Kaveh hastiado, cansado de sus paranoias.

—¿Qué no? Te digo yo que sí, ese hombre es un psicópata.

—No creo que te maten sabiendo que tienes de amigo al futuro mejor juez de todo Sumeru. —Tanto Tighnari como Kaveh miraron mal a Cyno.

Kaveh se levantó de la silla. —¡Camarero! Tráeme lo más fuerte que tengas. —Tras pedir, se sentó y volvió a golpear su cabeza contra la mesa.

Tighnari y Cyno se lanzaron una mirada preocupada discretamente, nunca habían visto a su amigo tan alterado. Se sintieron mal por todas las veces en las que le decían que no era para tanto compartir habitación con el pianista.

—Está bien, cuéntanos que ha pasado. —Cyno le dio una mirada seria a Kaveh.

—Aparte de todo lo que os he contado ya... —El camarero interrumpió a Kaveh dejando su bebida. Tras agradecerle continúo. —Como iba diciendo, aparte de la toalla, la funda y las partituras, me ha invitado a un concierto mañana. Además, tenía las dos entradas solas en un solo cajón ¡Un cajón para dos entradas! —La mesa hoy iba a recibir muchos golpes por lo visto.

—¿Y por qué no le has dicho que no?

—No podía negarme Tighnari, me ha hecho una oferta que no podía rechazar. Se ha ofrecido a ser nuestro tecladista. —Kaveh le dio un buen trago a su bebida.

—Ese chico los tiene bien puestos, ha sabido como tenerte en la palma de su mano. —Cyno estaba sorprendido, ahora entendía que lo de genio no era ninguna mentira.

—Así no ayudas Cyno. —Kaveh dio otro trago.

—¿Tan malo es ir al concierto ese? ¿De qué es? —Tighnari tenía sus sospechas, pero quería confirmarlo.

Kaveh metió la mano en su bolsillo y sacó la dichosa entrada para ponerla en la mesa, frente a sus dos amigos. Tras examinarla por unos segundos, Tighnari y Cyno se vuelven a mirar, ambos entendiendo la situación.

—Definitivamente no debes ir a ese concierto.

—¡¿Ahora lo entendéis?! Aunque no fuera su idea matarme, me va a matar inconscientemente. —Kaveh se terminó su primera bebida y ya estaba pidiendo la segunda. En ese momento, Tighnari tuvo una idea.

—Kaveh, quizás está es tu oportunidad de superar tu miedo. Sé que no quieres ir a ese concierto y que probablemente lo pases mal. Pero puede que esto sea algo bueno para ti, siento que por intentarlo no pierdes nada. Y, si es necesario y te encuentras mal, Cyno y yo podemos ir a por ti. Además, vas a conseguir a un tecladista de primera. —Tighnari puso su mano en el hombro de Kaveh para transmitirle su apoyo.