The Last Rose of Summer / {Haikaveh}

5~Up and down~

 Demostrar la verdad encerrado en un calabozo con Kaveh sería demasiado complicado. Mis opciones estaban reducidas. Podría idear algún plan de escape. Las rejas que nos separaban de la salida, estaban duras con apenas espacio para que un cuerpo humano pudiera pasar por ellas. Quizá con la colaboración de Kaveh podríamos idear algo como entretener al guardia de seguridad, robar la llave como en las novelas policiacas y huir. Sería capaz de hacerlo, pero el resultado sería contraproducente. Si consiguieramos escapar de algún modo, tendríamos que darnos a la fuga, y eso convertiría lo que habíamos hecho en un crímen real por el que sí que no tendríamos opciones. Nos volverían a atrapar si no estábamos dispuestos a pasarnos la vida huyendo. Era absurdo. Otra opción era fingir que estábamos enfermos, solo uno de nosotros podría hacerlo, y tampoco serviría de mucho, solo nos llevarían a alguna enfermería. Lo mejor era estar encerrados, pasar la noche y esperar que no presentaran cargos contra nosotros.

Pero, mirando esa opción, prefería escapar solo en ese momento. Por alguna razón me notaba intranquilo. No es que me diera miedo lo que me pudiera pasar en el futuro, tener una mancha en el expediente o cargos penales. . . Quizá era la incomodidad de estar con otra persona al lado encerrado, sin poder huir. Además, había mucho ruido, no me habían dejado pasar con mis cascos. Solo quería que apagaran las luces, eran demasiado brillantes, que el guardia se fuera, cerrar los ojos y que todo se quedara en silencio. Pero se podían escuchar golpes de puertas, pasos y pasos fuera, gritos. . .También Kaveh parecía molesto. Estaba respirando fuerte y apretando los puños.

—¿Qué haces mirándome?—me preguntó echando humo por la cara.

¿Le estaba mirando? No me había dado cuenta de que mientras pensaba en él le había mirado.

—Estaba pensando en que pareces muy enfadado.

Él se rió. Después se levantó del asiento. Si el suelo hubiera sido más blando, habría abierto un agujero:

—¿Eres imbécil? ¿En serio?...Tú. . .Joder. . .Me has metido tú en esta situación de mierda. Por tu culpa, por tu maldita culpa, he acabado aquí. ¿Tú sabes lo que me has liado ahora mismo? ¿Y tienes el descaro de reírte de mí y decirme que parezco enfadado? Eres gilipollas.

En efecto estaba enfadado. Parecía que me estaba culpando de haber acabado ahí conmigo. Pero, realmente, ¿qué hacía justo en la clase de Rahman cuando me habían detenido? Tenía que haber estado siguiéndome. A lo mejor por fin se había dignado a venir a clase conmigo. Además dijeron algo de haber usurpado una identidad. . .No podía conectar eso con nada que tuviera que ver. Parecía incapaz de controlarse. Desde lo del puente y desde que me acusó de acosador. . .¿Era muy impulsivo?. Según mis observaciones en la habitación, era un chico más o menos nervioso, pero nunca pensé que sería tan irresponsable.

—Yo no te he obligado a usurpar la identidad de nadie.

—¿Cómo que no? ¡No te entiendo! Es verdad que tú no me has obligado directamente a nada, pero, me has estado acosando todos estos días. Necesitaba encontrar por qué, ¿vale?. Era lo único que pude hacer.

Sin cambiar mi expresión le contesté:

—No te he acosado. No se por qué sigues diciendo eso.

Kaveh parecía más alterado que antes. Tanto que el policía que nos estaba vigilando acabó acercándose:

—Calmaditos eh, tú, el rubio, siéntate, no podéis estar de pie.

—Mira, voy a estar de pie si me da la ga—

Viendo que solo iba a acabar volviendo peor la situación para mí, me levanté y lo agarré del brazo para atraerlo hacia el asiento. Abrió mucho los ojos y frunció el ceño. Con algo de fuerza, aunque él paró de poner resistencia, acabé haciendo que se sentara donde antes. Para que el policía no nos escuchara me acerqué a su oído y le susurré: