Capítulo 9.

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Seung Min sentía una especie de espina en su pecho. La calidez de los brazos del mayor era agradable, pero en la mente del más bajo una realidad insistía sin piedad: su novio había rechazado uno de sus regalos, uno que él creyó que marcaría una diferencia enorme en su relación y que haría que todo siguiera bien... Y claro que se esforzaba por entender por qué Hyun Jin no quería las contraseñas de sus redes sociales, sólo que algo en su interior se negaba a dejarlo soltar por completo la idea de que el contrario simplemente no estaba interesado porque no se tomaba en serio sus sentimientos y el tiempo que llevaban juntos.

Tal vez era cierto que la confianza auténtica estaba en lo que el de cabello claro había dicho o tal vez él estaba haciendo algo mal. De ser lo último, ¿podía preguntarle directamente qué era o cómo podía cambiar para ser mejor?

No tuvo mucho tiempo para seguir perdiéndose en sus pensamientos. Hyun Jin lo sorprendió con un nuevo beso en los labios, empezando con delicadeza, pero después buscando poco a poco algo más apasionado y profundo, dejando que ambas manos descendieran por su espalda y se aferraran a su cintura. En menos de dos minutos encontraron su camino hacia el dormitorio, dejándose caer sobre la cama sin perder ese anhelo que nació en el comedor.

Seung Min parecía responder bien a todo, incluso ayudó al mayor a desvestirse parcialmente, le dio un par de besitos en el cuello y no pudo negar que se veía igual de ansioso que él por continuar... Pero entonces se concentró por unos momentos, buscando la respuesta a una pregunta muy importante. ¿Estaba actuando por un deseo propio? ¿O sólo tenía miedo de negarse y que la reacción de Hyun Jin fuera la misma que la de Hyung Won cuando le pedía con la voz rota que se detuviera?

—E-espera... —Susurró, empezando a temblar por la anticipación de que algo malo sucedería tras pronunciar aquello.

—¿Hm? ¿Estás bien? —Preguntó el más alto.

Hyun Jin reconoció el temor en la mirada del contrario y al instante creyó que él era la causa, por lo que se alejó tanto como pudo, pero sin bajar de la cama. Al medio segundo puso sus manos atrás, como si deseara enseñarle a su novio que no tenía la intención de tocarle ni un solo cabello a menos que él quisiera.

—Yo... no me siento bien... Perdón, no quiero arruinar nuestra celebración por estos cien días juntos —habló en voz baja—, pero en serio... no puedo seguir...

—¿Necesitas que llame a un médico?

—N-no, no me refiero a... sentirme enfermo... —Comenzó a sentir que sus ojos se ponían húmedos—. Perdón, Hyun Jin. P-por favor no te enojes conmigo... Siento que... no sé si esto está bien.

—Seung Minie, dime si hay algo que pueda hacer por ti —lo miró preocupado—. Si te incomodé, lo siento.

—Hyun Jin, yo... —Suspiró—. N-no puedo explicar qué pasa. Quiero decírtelo, pero t-todas las palabras están atascadas en mi cabeza y...

—Tranquilo, cielo —alcanzó su camisa y se la puso tan rápidamente como pudo—. Tampoco es necesario que me des explicaciones, en especial si no te sientes listo, ¿de acuerdo?

—¿N-no estás enojado? —Cuestionó mientras lo veía vestirse—. ¿De verdad?

—No estoy enojado —contestó para darle aunque fuera una pizca de calma—. Estoy preocupado, eso sí. ¡Mira! ¡Estás temblando y tienes los ojos llenos de lágrimas!

El más bajo desvió la mirada y esperó a que Hyun Jin terminara de abrocharse los botones de su camisa.

—Gracias por detenerte —dijo poco después, fracasando en su intento de ahogar un sollozo.

¿Tipo de amor? [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora