Día 6

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Profesores AU
Universo alternativo, sin hechicería.

Desde que era un niño que Gojo Satoru amaba todo tipo de deporte, y, además, como si se tratara de una bendición, era increíblemente bueno en todos: fútbol, béisbol, tenis, voleibol, handball, kendo, aikido, artes marciales y así seguía una lista ...

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Desde que era un niño que Gojo Satoru amaba todo tipo de deporte, y, además, como si se tratara de una bendición, era increíblemente bueno en todos: fútbol, béisbol, tenis, voleibol, handball, kendo, aikido, artes marciales y así seguía una lista enorme. Sin embargo, el básquetbol siempre fue su favorito; así que no fue una sorpresa cuando entró a estudiar a la Universidad para maestro de deportes y se especializó en el arte basquetbolista.

Solía ser un maestro excéntrico, hiperactivo y muy bueno, a pesar de su actitud tan infantil la selección de básquetbol de la Escuela Metropolitana de Tokio era la mejor y nadie podía negarlo.

Fanático del deporte y todo, pero Satoru toda su vida ha detestado uno en específico, el que según él no debería considerarse dentro de la categoría: el ballet.

Jamás ha comprendido qué es lo que ven en el ballet, piensa que la danza no es nada al lado de otros deportes que te piden un alto rendimiento, porque, una actividad que te exige condiciones corporales estéticas, belleza y elegancia... es algo que no puede compartir lugar con el arte del básquetbol.

Y como si fuese una maldición, en la escuela también hay un taller de ballet.

El toparse con Getou Suguru es una de las peores coincidencias que le ha tocado vivir. No lo soporta, su sola presencia lo llena de pensamientos violentos y es que no comprende cómo: primero, puede haber gente que le apasione tanto el ballet; segundo, esa gente sean hombres; y tercero, uno bastante guapo y atractivo, por cierto.

Dice odiarlo, pero todos saben que se derrite por él, lo deja a relucir en la extraña y para nada normal obsesión que tiene con Suguru. Constantemente busca una excusa para intercambiar palabras o tenerlo cerca, siendo la mayoría una lista bastante larga de insultos y burlas.

Ante tal actitud de su parte, Suguru solo da vuelta los ojos y prefiere ignorarlo, porque si le da atención será peor y está agotado de que ese sonso con masculinidad frágil apenas tenga la oportunidad, se dirija a él de formas bastante despectivas. Intenta enfocarse en lo que le compete: entrenar a los estudiantes que asisten al club de ballet, ser feliz y llevarse lo mejor que puede con sus compañeros de trabajo o bueno, con todos menos el insoportable y apuesto maestro de básquetbol.

El maestro de ballet podría hacer un libro completo de razones por las que ese hombre de casi dos metros es un sujeto despreciable, pero también uno que detalle lo bonitos que se ven sus ojos azules, lo mucho que le gusta su voz y lo formados que están sus bíceps, a pesar de ser bastante flacuchento.

Los dos se tienen riña mutuamente, pero a su vez, se mueren por el otro y aquello es algo que no admitirán fácilmente.

En la Escuela Metropolitana de Tokio siempre corren por los pasillos los rumores de citas que terminan cumpliéndose y esta vez no será la excepción.

❝SatoSuguFluffWeek 2023❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora