➥ Changbin, nieto de Felix y Jeongin quiere saber cómo se conocieron después de ver fotos de su álbum, sin saber que al desear demasiado conocerla, lo llevaría al pasado para hacerlo con sus propios ojos.
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➺ Pareja principal: Lee F...
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En la habitación del mayor de los Yang, el pelinegro le tapó la boca, al contrario.
—Shh...parece que tu hermanito llegó y no quieres que nos descubran, ¿verdad?—el rubio frunció el ceño y ahogó un sonido vergonzoso cuando el mayor se volvió a mover.
—Te odio...—masculló cuando el contrario quitó su mano de sus labios.
Felix soltó una risa ronca sabiendo que eso era una vil mentira.
—Sí...no decías lo mismo mientras te...—recibió un golpe y sonrió en grande.
—Solo apúrate—le exigió y Felix no se hizo de rogar, volviendo a arremeter contra el contrario, quien intentaba callar sus jadeos y gemidos.
Changbin miró a todos lados.
—¿Jeonggie-hyung? ¿Estás aquí?—preguntó pero no recibió respuesta.
Felix se reía contra el cuello de Jeongin, ambos intentando recuperar su respiración.
—¿No piensas contestar?—le preguntó divertido y Jeongin le pegó con una almohada.
—Si dices algo te juro que...—fue callado por los labios de Felix.
—No diré nada—le guiñó un ojo y Jeongin suspiró de forma pesada.
Tomó una camiseta y ropa interior rápidamente, vistiéndose.
Felix sonrió y dió un largo suspiro complacido.
Cuando Jeongin creyó verse más decente, decidió ver a su hermano. Changbin iba a tocar la puerta en el momento que el mayor la abría.
—Qué bueno que llegaste bien, Binnie—le sonrió fingiendo que no le dolía el cuerpo como el infierno.
—¿Por qué te fuiste antes?—le preguntó intentando ver dentro de la habitación pero el mayor se lo impidió.
El menor no era imbécil y aunque se notaba que Jeongin se había intentado arreglar, se podía ver claramente lo que parecía ser una mordida en la clavícula.
—Porque estaba cansado y ya sabes...no soy mucho de lugares con mucha gente—le sonrió ladeando su cabeza levemente.
—Claro...—entrecerró sus ojos de forma sospechosa.
—B-bueno, nos vemos mañana, adiós y buenas noches, que descanses—habló tan rápido, pero Changbin no lo quería dejar así.
—Dile a Felix que descanse...—sonrió de lado y se rió por la cara de espanto que puso su abuelo-hermano.
—D-de qué estás h-hablando, hermanito. ¿Q-qué tiene que ver Felix en esto?—sonrió de forma nerviosa y tocó el lóbulo de su oreja.
